SAN SALVADOR, EL SALVADOR.- Cerca de 2,000
salvadoreños y hondureños fueron expulsados de sus hogares en 2018, en
su mayoría debido a la violencia, revelaron organismos humanitarios de ambos países al presentar un informe en San Salvador.
El estudio elaborado por las ONG Cristosal y Casa Alianza, junto a otras entidades, documenta el desplazamiento forzado interno de 1,946 personas en 2018: 1,724 de El Salvador y 222 de Honduras.
El estudio evaluó también la situación en Guatemala pero no contiene cifras de ese país porque su gobierno no reconoce el desplazamiento forzado interno.
Del total de personas forzadas a desplazarse en El Salvador y Honduras, '66.7% no hicieron la denuncia por temor o desconfianza en las instancias de gobierno', comentó a la AFP Celia Medrano del directorio de Cristosal en San Salvador.
Entre las causas que provocaron el desplazamiento figuran las amenazas, extorsiones, homicidios y el acoso que sufren los adolescentes y jóvenes, tanto 'por parte de las pandillas como de algunos elementos de las fuerzas de seguridad', consignó el informe.
En Honduras y Guatemala también figuran como detonantes del desplazamiento los enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes y la presión de grupos delictivos para obligar a los pobladores a vender sus tierras a bajo precio.
En El Salvador y Honduras, 47% de las personas desplazadas eran niños, niñas y adolescentes, precisó Medrano.
La violencia dejó durante 2018 en Guatemala un promedio de 28,4 homicidios por cada 100,000 habitantes, en El Salvador 50.4 y en Honduras 41.3, por lo cual el norte de Centroamérica se mantiene como una de las zonas sin guerra más violentas del mundo, citó el informe.
Para superar el fenómeno de la violencia, las organizaciones autoras del informe recomendaron a los Estados evaluar el impacto de las políticas de seguridad en los tres países.
La violencia y también la pobreza han empujado a miles de centroamericanos a migrar a Estados Unidos de manera irregular.
El estudio elaborado por las ONG Cristosal y Casa Alianza, junto a otras entidades, documenta el desplazamiento forzado interno de 1,946 personas en 2018: 1,724 de El Salvador y 222 de Honduras.
El estudio evaluó también la situación en Guatemala pero no contiene cifras de ese país porque su gobierno no reconoce el desplazamiento forzado interno.
Del total de personas forzadas a desplazarse en El Salvador y Honduras, '66.7% no hicieron la denuncia por temor o desconfianza en las instancias de gobierno', comentó a la AFP Celia Medrano del directorio de Cristosal en San Salvador.
47% de las personasdesplazadas en Honduras y El Salvador eran niños, niñas y adolescentes. |
Entre las causas que provocaron el desplazamiento figuran las amenazas, extorsiones, homicidios y el acoso que sufren los adolescentes y jóvenes, tanto 'por parte de las pandillas como de algunos elementos de las fuerzas de seguridad', consignó el informe.
En Honduras y Guatemala también figuran como detonantes del desplazamiento los enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes y la presión de grupos delictivos para obligar a los pobladores a vender sus tierras a bajo precio.
En El Salvador y Honduras, 47% de las personas desplazadas eran niños, niñas y adolescentes, precisó Medrano.
La violencia dejó durante 2018 en Guatemala un promedio de 28,4 homicidios por cada 100,000 habitantes, en El Salvador 50.4 y en Honduras 41.3, por lo cual el norte de Centroamérica se mantiene como una de las zonas sin guerra más violentas del mundo, citó el informe.
Para superar el fenómeno de la violencia, las organizaciones autoras del informe recomendaron a los Estados evaluar el impacto de las políticas de seguridad en los tres países.
La violencia y también la pobreza han empujado a miles de centroamericanos a migrar a Estados Unidos de manera irregular.