TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las intensas lluvias que azotaron la capital la noche del jueves expusieron las graves deficiencias en la infraestructura del Hospital General San Felipe, uno de los centros asistenciales más importantes del país.
La tormenta provocó inundaciones en varias áreas del hospital, poniendo en evidencia la vulnerabilidad del edificio ante las inclemencias del tiempo.
El área de consulta externa de pediatría fue una de las más afectadas, al punto que las atenciones tuvieron que ser paralizadas. Iris Zelaya, presidenta del sindicato de trabajadores del hospital, informó que las consultas se realizarán solo en un 50% de su capacidad, mientras el personal de mantenimiento trabaja en la evacuación del agua y la limpieza del área afectada.
Además, varios pasillos del hospital también sufrieron las consecuencias de la tormenta debido al mal estado del techo, que permitió filtraciones de agua. Según Zelaya, aunque se ha trabajado en la reparación del techo, las canaletas permanecen en mal estado, lo que contribuyó al desbordamiento de varios desagües.
“Por fortuna, no se reportaron daños en máquinas o medicamentos, ni ingreso de agua en las áreas donde se encuentran hospitalizados los pacientes”, aseguró Zelaya. Sin embargo, la situación generó incomodidad y afectó principalmente a los pacientes que acudían a sus consultas.
Zelaya también reconoció que la inversión en infraestructura es insuficiente y que las instalaciones del hospital, con muchos años de antigüedad, requieren una intervención para evitar futuros incidentes como el ocurrido.
El Hospital General San Felipe cuenta con un presupuesto anual de aproximadamente 500 millones de lempiras, destinados al pago de salarios, creación de nuevas salas, y compra de equipos y medicamentos. No obstante, hace unas semanas se estableció una junta interventora, conformada por cuatro miembros, debido a la falta de ejecución del presupuesto, lo que ha retrasado mejoras necesarias en el hospital.
La ministra de Salud, Carla Paredes, atribuyó la falta de ejecución del presupuesto a “novatadas”, destacando la necesidad de una gestión más eficiente para mejorar la infraestructura y la calidad de atención en el centro asistencial.