Mexicali, México
Un centenar de migrantes centroamericanos que viajaron en una caravana que desató el enojo del presidente estadounidense Donald Trump llegaron este martes a la frontera de México con Estados Unidos, la mayoría de ellos dispuestos a pedir asilo humanitario en el país del norte.
Un fotógrafo de AFP constató en Mexicali, fronteriza con la estadounidense Calexico, la llegada de dos autobuses que trasladaban a un centenar de centroamericanos, que iniciaron su viaje el 25 de marzo en Tapachula, fronteriza con Guatemala, como parte del llamado Viacrucis Migrante y que se inició con más de 1,000 personas sin papeles.
'Los que llegan a la frontera van a pedir asilo en Estados Unidos', dijo a la AFP Irineo Mujica, director de Pueblo sin Fronteras, organizador de esta caravana que se realiza desde 2010 para visibilizar el drama de los migrantes a su paso por México.
Los migrantes que llegaron a Mexicali iniciaron su camino hacia Tijuana, fronteriza con San Diego, y en las próximas horas se espera que otros tres autobuses con centroamericanos de la caravana arriben a la frontera norte.
Mujica permanece en Hermosillo, a unos 270 km de la frontera con Estados Unidos, con otro grupo de centroamericanos que realizan trámites migratorios.
'Quedan unos 600 centroamericanos (de la caravana original). La mitad se van a quedar en México, los estamos acompañando para que inicien su solicitud de refugio', detalló.
Mujica dijo desconocer si algunos intentarán cruzar ilegalmente a Estados Unidos.
'Es muy difícil saberlo, no te lo dicen. Hay algunos que lo harán, pero no creo que ahora, hay demasiada presión con eso de los militares que Trump mandó a la frontera. Buscarán un trabajo y tal vez lo intenten después', estimó.
La imagen de los centroamericanos, cargando a cuestas sus escasas pertenencias, muchos viajando con hijos pequeños y algunas mujeres embarazadas, desató el enojo de Trump y un momento de gran tensión entre México y Estados Unidos.
Trump mandó desplegar elementos de la Guardia Nacional en su frontera sur al tiempo que ha pretendido condicionar la firma de un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte al control migratorio por parte de México, lo que ha sido rechazado por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
México entregó permisos de tránsito de hasta un mes a los centroamericanos de la caravana. Cientos de ellos se han quedado en este país y algunos, aseguró Mujica, ya han recibido refugio con sus familias en Estados Unidos.
Un centenar de migrantes centroamericanos que viajaron en una caravana que desató el enojo del presidente estadounidense Donald Trump llegaron este martes a la frontera de México con Estados Unidos, la mayoría de ellos dispuestos a pedir asilo humanitario en el país del norte.
Un fotógrafo de AFP constató en Mexicali, fronteriza con la estadounidense Calexico, la llegada de dos autobuses que trasladaban a un centenar de centroamericanos, que iniciaron su viaje el 25 de marzo en Tapachula, fronteriza con Guatemala, como parte del llamado Viacrucis Migrante y que se inició con más de 1,000 personas sin papeles.
'Los que llegan a la frontera van a pedir asilo en Estados Unidos', dijo a la AFP Irineo Mujica, director de Pueblo sin Fronteras, organizador de esta caravana que se realiza desde 2010 para visibilizar el drama de los migrantes a su paso por México.
Los migrantes que llegaron a Mexicali iniciaron su camino hacia Tijuana, fronteriza con San Diego, y en las próximas horas se espera que otros tres autobuses con centroamericanos de la caravana arriben a la frontera norte.
Mujica permanece en Hermosillo, a unos 270 km de la frontera con Estados Unidos, con otro grupo de centroamericanos que realizan trámites migratorios.
'Quedan unos 600 centroamericanos (de la caravana original). La mitad se van a quedar en México, los estamos acompañando para que inicien su solicitud de refugio', detalló.
Mujica dijo desconocer si algunos intentarán cruzar ilegalmente a Estados Unidos.
'Es muy difícil saberlo, no te lo dicen. Hay algunos que lo harán, pero no creo que ahora, hay demasiada presión con eso de los militares que Trump mandó a la frontera. Buscarán un trabajo y tal vez lo intenten después', estimó.
La imagen de los centroamericanos, cargando a cuestas sus escasas pertenencias, muchos viajando con hijos pequeños y algunas mujeres embarazadas, desató el enojo de Trump y un momento de gran tensión entre México y Estados Unidos.
Trump mandó desplegar elementos de la Guardia Nacional en su frontera sur al tiempo que ha pretendido condicionar la firma de un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte al control migratorio por parte de México, lo que ha sido rechazado por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
México entregó permisos de tránsito de hasta un mes a los centroamericanos de la caravana. Cientos de ellos se han quedado en este país y algunos, aseguró Mujica, ya han recibido refugio con sus familias en Estados Unidos.
