La larga travesía para las madres y padres de los inmigrantes hondureños desaparecidos ya comenzó.
Con la fotografías de sus hijos colgando del cuello, y camisas alusivas a la búsqueda incansable que han realizado por años, estas personas comenzaron su camino por la ruta migratoria hacia Estados Unidos, en los países donde perdieron comunicación con sus vástagos.
Estos padres y madres que forman parte de la Unión de Comités de Familiares de Migrantes Desaparecidos en Honduras son recibidos por iglesias y organizaciones, quienes están pendientes de los nombres y fotografías de los inmigrantes por si en algún momento los llegan a ver.
Con el grito de esperanza y un nudo en la garganta las madres y padres esperan cada año poder encontrar a esos hombre y mujeres que se fueron del país para buscar un mejor futuro.
Y es que según datos de esta organización son al menos 500 los inmigrantes que han desaparecido desde el 2009 en busca del sueño americano.
Búsqueda
¿Por qué los buscamos?, se preguntaba una de las madres en la caminata. Porque los amamos contestaba el resto de padres, quienes lucían agotados tras caminar varios kilómetros.
“¿Dónde están nuestros hijos, dónde están?, cuestionaban mientras caminaban por las calles del peligroso país mexicano, uno de los que registra mayor incidencia del crimen organizado y trata de personas.
La esperanza es lo último que se pierde, se decían, frase que los motiva a viajar cada año desde Honduras hasta México y Guatemala para reunirse con madres de estos países que también buscan a sus vástagos.
Aunque para muchos la búsqueda ha sido satisfactoria, para otros el dolor y la resignación es su único camino, pues llevan más de 10 años buscando a sus seres queridos sin recibir respuesta del gobierno mexicano ni hondureño, quienes supuestamente han realizado investigaciones sin mostrar avances, según informaron los familiares de las víctimas.
A raíz de esta situación los padres y madres de los inmigrantes han realizado esta caravana por 13 años consecutivos, para buscar a sus vástagos con la esperanza de abrazarlos nuevamente.
