OLANCHO, HONDURAS.- “Todo iba bien, nos comunicamos, ya en la mera pasada perdimos absolutamente contacto, yo tenía esperanza de que él estuviera en migración y estaba esperando la llamada”, comenzó diciendo Sherly Banegas, la madre del joven hondureño que murió ahogado en las últimas horas en el río Bravo.
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Durante una entrevista con un canal local, la devastada progenitora contó que “cuando la llamada cayó fue un caos, fue para decirme que mi niño se había ahogado, que lo habían encontrado en Mcallen y estaba en una morgue”.
Según el relato de la madre, Wilmer Espinoza (17) inició su dura travesía desde el pasado 14 de febrero. Durante el camino siempre se comunicaron vía telefónica, pero repentinamente perdieron contacto y días después recibió la trágica noticia.
Padre de Wilmer: “Pedimos a Cancillería que nos colabore”
El padre de Wilmer también habló con los medios de comunicación y narró el difícil momento que atraviesan con su familia. Además, aprovechó para hacerle pedirle apoyo a Cancillería y a la presidenta de Honduras.
“Le pido a la presidenta (Xiomara Castro) que por favor nos ayude, nosotros queremos traer el cuerpo de nuestro hijo. Es algo increíble lo que estamos pasando y horrible, esto es fuerte para una familia y nosotros le pedimos a Cancillería que nos colabore, porque ya no soportamos este dolor”, expresó a un canal local.
El proceso de repatriar el cuerpo del menor puede durar entre dos a seis meses.
A esa súplica se sumó la madre de Wilmer. “Ahora solo le pido a las personas de buen corazón y a mi Dios, confiando en mi padre celestial, que ponga un granito de arena a las personas para poder yo recuperar el cuerpo de mi cipote, dicen que el proceso es largo... Yo siento que me estoy ahogando en esta angustia”.
La madre de Wilmer, también expresó que durante la llamada le dijeron que necesitaría aproximadamente 20 mil dólares para recuperar el cuerpo de su hijo; su aflicción se incrementó debido a que son personas de bajos recursos económicos.
Falleció en el río Bravo
Un hondureño de 17 años de edad murió ahogado en el río Bravo queriendo cumplir el sueño americano.
La víctima fue identificada como Wilmer Espinoza, de 17 años de edad, originario y residente en el barrio Las Lomas, del municipio de Catacamas, Olancho.
