Hondureños en el Mundo

Hondureño narra el horror que se vivió en bar gay

Unas 50 personas perdieron la vida luego que se registrara un atentado en un bar gay de Orlando en horas de la madrugada del pasado domingo

FOTOGALERÍA
13.06.2016

Tegucigalpa, Honduras
Un hondureño de nombre Ramses Tinoco, narró el horror que vivió la madrugada del domingo durante el atentado en el bar gay de Orlando Florida, Estados Unidos, que dejó como saldo 50 personas muertas y al menos 40 heridas.

Según Tinoco, a la hora del atentado, él salió un rato al patio a tomarse un trago, sin embargo, segundos después escuchó disparos, los que confundió con una canción que sonaba en ese momento y con fuegos artificiales.

No obstante, escuchó gritar a la gente y vio correr sangre en uno de los bartender, por lo que inmediatamente se tiró al suelo arrastrándose hasta el estacionamiento mientras escuchaba los disparos de la Policía contra el atacante.

+Lea: Descartan hondureños entre las víctimas de la masacre en centro nocturno de Orlando

“Disparando a pulso esta noche. No sé todo lo que sucede tan rápido. Estaba afuera en el patio a buscar un trago de mi camarero cuando escuchamos como fuegos artificiales, nosotros pensábamos que era una canción, pero se hizo fuerte. Luego veo sangre en uno de los barman y fuímos hacia abajo en el piso. Estaba saliendo a la salida del patio. El tiroteo sigue en todos lados, la policía empieza a disparar a alguien, me arrastré como 60 equipar el estacionamiento y corrió a la gente donde volviendo loca llorando y corriendo por su vida! Un bloque ahí fuera se disparó en el estacionamiento también! No estoy seguro de que lo hizo todo lo que sé es que pasan tan rápido. Lo siento soy emocional. Esto es tan horrible”, escribió el testigo en su cuenta de Facebook.

Unas 50 personas perdieron la vida luego que se registrará un atentado en un bar gay de Orlando en horas de la madrugada del pasado domingo.

En el lugar murieron de forma inmediata al menos 39 personas, mientras tanto, 11 expiraron cuando fueron trasladadas al hospital con la intención de salvarles la vida.

Este acto de violencia es el peor registrado en los Estados Unidos, por lo que se abre nuevamente el debate sobre la portación de armas entre los habitantes del gran país del norte.