ATLANTA, ESTADOS UNIDOS.- Cerró su ojos y vio pasar su vida en cuestión de segundos, así recordó Marlon Roberto López Pineda el grave accidente automovilístico que sufrió en Atlanta, Estados Unidos, por la imprudencia de un conductor que se dio a la fuga y que hasta el momento no ha podido ser localizado.
Desde la cama de un hospital, luego de haber sido intervenido quirúrgicamente, el joven hondureño que vive en Arizona por estudios, pero se encontraba de vacaciones en Atlanta, aseguró que “sólo Dios sabe por qué estoy aquí”.
“Un carro me quiso rebasar, se hizo al carril izquierdo, lo hizo muy pegado a mí, me pegó por el lado y me desestabilizó el carro. En el carril de emergencia había un carro estacionado y choqué contra ese otro vehículo”, contó el joven.
Asimismo, narró que como pudo salió del vehículo por su cuenta, pero no imaginó que tendría graves heridas en su cuerpo que lo llevaron a ser operado de emergencia.
”Me abrieron todo el abdomen porque mi intestino grueso estaba dañado y el delgado también estaba dañado. Además de la apéndice. Hicieron una operación de casi todo el abdomen, quitaron un pedazo del intestino delgado y grueso”, mencionó.
Esto provocó que el López Pineda, que ingresó al hospital el pasado 9 de julio, horas después del accidente fuera intervenido en varias ocasiones elevando la factura del hospital, por lo que hoy su familia pide ayuda económica para los gastos médicos e incluso oraciones para su pronta recuperación.
Su familia abrió una cuenta de GoFundMe en la que piden ayuda para recaudar 15 mil dólares para pagar los gastos del hospital.
“Hoy damos gracias a Dios porque Marlon Roberto esta con vida y se encuentra en recuperación. Sin embargo, el impacto económico por el accidente y los gastos médicos son altamente costosos y se nos dificulta cubrirlo en su totalidad”, mencionan en la plataforma de recaudación de fondos.
“Por ello acudimos a tu ayuda y buen corazón para suplir la necesidad económica que ha surgido por esta emergencia”.
En Honduras también se han habilitado números de cuentas para las personas que deseen aportar a la causa de este joven de 22 años que tuvo una segunda oportunidad de vida.