TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Él no se despidió de mí, porque sinceramente yo no quería que él se fuera”, narró la madre de José Ángel Ceballos Molina, de 21 años, Lidia Antonieta Molina Callejas, con la esperanza de que le digan de un momento a otro que su hijo apareció con vida.
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Confió que hace tres días recibió la mala noticia de que su hijo había resultado afectado en el incendio del Instituto Nacional de Migración (INM) de Ciudad Juárez, Chihuahua, México, y desde entonces no han parado de llorar y se le ha elevado la presión arterial.
EL HERALDO Plus habló con la desesperada madre, quien vive momentos de nervios y angustia desde que se enteró que su hijo estaba en la lista de los 13 hondureños.
Lamentó que ella no se dio cuenta qué día partió su hijo, ya que como no creció con ella, se miraban cada ocho o 15 días, cuando él llegaba a su casa en la comunidad de Mal Paso, Orocuina, Choluteca.
Ella se enteró que su hijo salió del país como 15 días después, aseguró, es decir, justo antes de que lo detuvieran las autoridades de Migración de México y lo retuvieran en las celdas ubicadas en Ciudad Juárez.
Luego se dio cuenta del incidente cuando salió la noticia en los medios de comunicación, “me siento mal, es muy difícil”, expresó, porque tampoco puede moverse ya que está al cuidado de una señora mayor y tiene un niño especial de 13 años, su último hijo.
Contó que como el papá de José Ángel murió después de que él nació, ella no tenía recursos para mantenerlo, entonces lo dejó con la abuela, quien lo crío junto a los tíos, pero siempre se mantenía una comunicación cercana.
Desde que sucedió el lamentable siniestro se ha sentido mal de salud y una amiga de Choluteca, llamada Iris Betancout, la ha estado medicando y ayudando, porque se ha sentido desesperada.
Como ella no puede viajar, le dio el poder a Ricardo Amador, quien ha sido como un padre para José Ángel y hoy llegaba a la capital para comenzar los trámites de pasaporte y solicitar la visa humanitaria.
Por su parte, Ricardo Amador, expresó a EL HERALDO Plus que estaba preparando la carta poder de la mamá de José Ángel, para poder viajar, ya que el vicecanciller, Tony García, le dijo que se iban a comunicar con él para agilizar la salida.
La angustia es peor, porque otra hija de ella, Lidia Martínez Molina, también salió junto al esposo y su bebé de un año para Estados Unidos y no ha sabido nada de ella, no se sabe si está bien.
