Responsabilidad
CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- México rechazó este sábado la existencia de milicias antiinmigrantes en
Nuevo México, una sureña región de
Estados Unidos, argumentando que violan los derechos humanos de los migrantes que cruzan a territorio estadounidense.
La cancillería de México expresó en una nota su 'profunda preocupación ante las actividades de intimidación y extorsión a migrantes por parte de grupos de milicias en la frontera de Nuevo México', colindante con el mexicano estado de Chihuahua.
'Este tipo de prácticas pueden conducir a un atropello a los derechos humanos de las personas que migran o que solicitan asilo o refugio en los Estados Unidos', añadió el comunicado, en momentos en que se vive una crisis migratoria en la frontera entre ambos países.
Un integrante de un grupo derechista estadounidense al que se le atribuye la detención ilegal de inmigrantes, fue preso por porte ilegal de armas este sábado en Nuevo México, según autoridades de ese estado.
Cientos de miles de migrantes, principalmente centroamericanos, ingresan a México cada año por la frontera sur y atraviesan todo su territorio con el objetivo de alcanzar su destino en Estados Unidos.
Desde octubre del año pasado, los migrantes se han organizado en caravanas multitudinarias que arriban a la saturada frontera, desde donde muchos optan por pedir asilo a Estados Unidos o se aventuran clandestinamente a través del peligroso desierto.
El presidente Donald Trump considera a los migrantes una amenaza a la seguridad nacional y ha pedido miles de millones de dólares al Congreso para construir un nuevo muro en la frontera con México.
Esta postura abiertamente antiinmigrante de Trump es estandarte de grupos civiles como los United Constitutional Patriots, una pequeña pero bien armada milicia que, en Nuevo México, se ha involucrado en el movimiento de vigilancia fronteriza de Estados Unidos.
Este grupo integrado principalmente por veteranos con equipamiento táctico y rifles, dice que sus deberes incluyen vigilar la frontera, observar a las personas que quieren entregarse a la patrulla fronteriza y perseguir a las que no.
'Para México, las tareas de patrullaje y seguridad, al margen de las estructuras legales del gobierno federal de ese país, constituyen asimismo un riesgo para la seguridad humana de los migrantes', subrayó la cancillería mexicana.
Recientemente, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos dijo en que 'no apoya a grupos privados u organizaciones que asumen por su cuenta asuntos oficiales'.
Pero el movimiento de vigilancia en la frontera está bien establecido, y el Southern Poverty Law Center ha documentado 'detenciones cuestionables de migrantes por parte de civiles' incluso desde 1999.
La cancillería de México expresó en una nota su 'profunda preocupación ante las actividades de intimidación y extorsión a migrantes por parte de grupos de milicias en la frontera de Nuevo México', colindante con el mexicano estado de Chihuahua.
'Este tipo de prácticas pueden conducir a un atropello a los derechos humanos de las personas que migran o que solicitan asilo o refugio en los Estados Unidos', añadió el comunicado, en momentos en que se vive una crisis migratoria en la frontera entre ambos países.
Un integrante de un grupo derechista estadounidense al que se le atribuye la detención ilegal de inmigrantes, fue preso por porte ilegal de armas este sábado en Nuevo México, según autoridades de ese estado.
Cientos de miles de migrantes, principalmente centroamericanos, ingresan a México cada año por la frontera sur y atraviesan todo su territorio con el objetivo de alcanzar su destino en Estados Unidos.
Desde octubre del año pasado, los migrantes se han organizado en caravanas multitudinarias que arriban a la saturada frontera, desde donde muchos optan por pedir asilo a Estados Unidos o se aventuran clandestinamente a través del peligroso desierto.
El presidente Donald Trump considera a los migrantes una amenaza a la seguridad nacional y ha pedido miles de millones de dólares al Congreso para construir un nuevo muro en la frontera con México.
Esta postura abiertamente antiinmigrante de Trump es estandarte de grupos civiles como los United Constitutional Patriots, una pequeña pero bien armada milicia que, en Nuevo México, se ha involucrado en el movimiento de vigilancia fronteriza de Estados Unidos.
Este grupo integrado principalmente por veteranos con equipamiento táctico y rifles, dice que sus deberes incluyen vigilar la frontera, observar a las personas que quieren entregarse a la patrulla fronteriza y perseguir a las que no.
'Para México, las tareas de patrullaje y seguridad, al margen de las estructuras legales del gobierno federal de ese país, constituyen asimismo un riesgo para la seguridad humana de los migrantes', subrayó la cancillería mexicana.
Recientemente, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos dijo en que 'no apoya a grupos privados u organizaciones que asumen por su cuenta asuntos oficiales'.
Pero el movimiento de vigilancia en la frontera está bien establecido, y el Southern Poverty Law Center ha documentado 'detenciones cuestionables de migrantes por parte de civiles' incluso desde 1999.