En un intento por continuar en el cargo en medio de un creciente escándalo de corrupción, el presidente brasileño Michel Temer le dijo el sábado al país que una grabación que lo incrimina fue manipulada.
“Esa grabación clandestina fue manipulada y adulterada con (malas) intenciones”, declaró Temer en conferencia de prensa en Brasilia, la capital del país.
El mandatario afirmó que le solicitó al Supremo Tribunal Federal, la corte más alta de Brasil, que suspenda la pesquisa anticorrupción que le están efectuando hasta que los expertos puedan analizar el audio en el que él parece aprobar el pago de sobornos al expresidente de la cámara baja, Eduardo Cunha, a cambio de su silencio.
Es improbable que el tribunal acepte la petición porque había autorizado la investigación a Temer y ordenado que se hiciera pública.
Temer hizo notar que el periódico Folha de S. Paulo reportó que la grabación de 39 minutos había sido editada. El periódico O Globo fue el primero en difundir la existencia del audio el miércoles.
El mandatario también puso en duda los motivos del hombre que hizo la grabación, Joesley Batista, ejecutivo de la compañía empacadora de carne JBS. Acusó a Batista de comprar “grandes cantidades de dólares para causar caos en el mercado cambiario” antes de que entregara la cinta a los fiscales.
The Associated Press no pudo verificar de inmediato las afirmaciones de Temer sobre Batista y la grabación.
En el audio, Temer parece apoyar el pago de sobornos a Cunha, quien cumple una sentencia de 15 años de cárcel por corrupción y lavado de dinero. Cunha encabezó el año pasado la campaña para destituir a la presidenta Dilma Rousseff mediante un juicio político.
Temer, entonces vicepresidente, asumió las riendas del país después de la destitución de Rousseff por manejos ilegales del presupuesto federal.
Es improbable que las declaraciones del mandatario tengan algún impacto en el creciente movimiento para que renuncie. Incluso si la grabación fue editada, las palabras de Temer a Batista de que mantenga los pagos a Cuña se escuchan con claridad. Y el gobernante no mencionó la larga lista de otras acusaciones contra él, ni reconoció que sus aliados han comenzado a abandonarlo.
Poco antes de que hiciera sus declaraciones, el Partido Socialista Brasileño anunció que abandonaba la coalición del gobernante. La pérdida de los siete senadores y 35 diputados de ese partido que estaban en la coalición reduce las posibilidades de que Temer concrete sus ambiciosas reformas al sistema de pensiones y a la ley laboral en el país.
Los dirigentes de varios partidos políticos más que conforman la coalición de Temer tenían previsto consultar el sábado con sus miembros en Brasilia.
El máximo tribunal de Brasil difundió el viernes documentos en los que el principal fiscal del país acusa a Temer de corrupción, obstrucción de la justicia y de formar parte de una organización delictiva.
En un acuerdo con la fiscalía en busca de una sentencia menor y que formó parte de los documentos difundidos por el tribunal, Temer está acusado de recibir sobornos por un equivalente a 1,5 millones de dólares. En otro es acusado de embolsarse cerca de 350.000 dólares de un total de 4,5 millones de dólares en financiamiento ilegal de campaña canalizados por el Partido de los Trabajadores para la candidatura presidencial de 2014 que incluyó a Temer como aspirante a la vicepresidencia.
A los reclamos por la renuncia de Temer se ha sumado Globo, el principal diario de la compañía de medios de comunicación más grande de Brasil, que había apoyado el programa legislativo del presidente para impulsar una economía atrapada en su peor recesión en décadas. La empresa suele ejercer una enorme influencia entre los brasileños debido a sus populares telenovelas y dominio de los medios.
'El presidente ha perdido las condiciones morales, éticas, políticas y administrativas para seguir gobernando Brasil', declaró O Globo en un editorial.
La presentación formal de evidencia por parte del fiscal general Rodrigo Janot fue una revelación extraordinaria en una pesquisa de corrupción que altera drásticamente la política y prácticamente todo lo demás en el país más grande de Latinoamérica.
Janot acusó a Temer y al senador Aecio Neves de tratar de arruinar la investigación 'Autolavado', la cual se realiza desde hace tres años con relación a una enorme red de sobornos en la compañía estatal petrolera Petrobras, en la que se buscó influir a legisladores y a investigadores de la policía.
Como el caso involucra a un presidente en funciones, el proceso es diferente a cualquier otro tipo de caso penal. Con una pesquisa formal ya abierta, ahora Janot decidirá si su caso es lo suficientemente sólido como para ponerlo a consideración de la Cámara de Diputados.
Si al menos dos terceras partes de los miembros de la cámara baja votaran a favor, el caso regresaría al máximo tribunal, que entonces decidiría si enviaría a Temer a juicio. Si la corte decidiera enjuiciarlo, el presidente sería separado del cargo hasta por 180 días. Una condena lo suspendería permanentemente del puesto.
Al menos ocho artículos de la legislación propuesta para destituir a Temer han sido presentados ante el Congreso.
El discurso del mandatario no logró impresionar a los comensales que lo vieron por televisión en un restaurante en Río de Janeiro.
'Aún no le creo', afirmó la productora cultural Aline Veiga. 'Es un conspirador de golpe de Estado. Tenemos que seguir luchando por nuestra democracia'.
El profesor jubilado Adilson dos Santos tampoco se mostró impresionado por las palabras del presidente.
'Toda esta corrupción es lamentable y como brasileño me siento avergonzado', subrayó.