Los dos, populistas de derecha, conocidos por su retórica polémica, tuiteros compulsivos y con sintonía en temas desde comercio a seguridad, se reunirán al mediodía para un mano a mano en la Oficina Oval, un almuerzo de trabajo y una rueda de prensa conjunta en los jardines de la Casa Blanca.
'Es el comienzo de una asociación centrada en la libertad y la prosperidad', destacó Bolsonaro en Twitter al iniciar el viaje el domingo.
Para Estados Unidos, la cita es una oportunidad histórica de afianzar el vínculo con el gigante sudamericano, dijo el consejero de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton.
'Aunque intentamos estar cerca de Brasil a lo largo de los años, ha sido difícil en administraciones anteriores', declaró a la TV Globo, prometiendo responder a la promesa de Bolsonaro de acercarse a Washington, especialmente después de los recientes gobiernos de izquierda.
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- '¡EEUU está contigo!' -
La Casa Blanca anticipó un relanzamiento de las relaciones bilaterales desde la elección de Bolsonaro en octubre pasado. Y para esto apuesta a la relación personal entre ambos mandatarios.
'Los dos se llevarán muy bien', aseguró Bolton, quien viajó a Brasil para reunirse con Bolsonaro en noviembre.
Trump no dudó en confirmarle su apoyo minutos después de que prestara juramento el 1 de enero: '¡Estados Unidos está contigo!', tuiteó.
La afinidad es notoria.
Trump y Bolsonaro impulsan un cambio en Venezuela que saque del poder al 'dictador' Nicolás Maduro, y son fuertemente críticos de los gobiernos de Cuba y Nicaragua. También comparten posiciones de línea dura sobre el multilateralismo y el papel de China, de creciente influencia en Latinoamérica.
Son además escépticos del cambio climático, lo cual puede afectar los esfuerzos por revertirlo. Trump ya se comprometió a retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París de 2015, un amplio pacto internacional para reducir las emisiones de carbono. Y Bolsonaro, cuyo país alberga gran parte de la amenazada selva amazónica, evalúa seguirlo.
'Realmente habrá un eje Norte-Sur de las dos economías más grandes del hemisferio occidental', dijo a periodistas un alto funcionario de la administración Trump, para quien la victoria de Bolsonaro 'rompió muchos tabúes' sobre la influencia de Estados Unidos en la región y la izquierda.
Y como ejemplo de la expectativa positiva que este eje genera, citó el récord del lunes de la Bolsa de Sao Paulo, que por primera vez alcanzó los 100,000 puntos ante las reformas promercado prometidas por Bolsonaro.
- 'Abrirle mi corazón' -
Bolsonaro, a quien Trump alojó en Blair House, la residencia de huéspedes frente a la Casa Blanca reservada para distinguir especialmente a dignatarios, dijo que la conversación entre ambos se basará en gran medida en el proceso de ayuda mutua.
'Tenemos mucho en común', dijo Bolsonaro el lunes por la noche a la cadena Fox.
'Estoy dispuesto a abrirle mi corazón y hacer lo que sea en beneficio tanto de los brasileños como de los estadounidenses', afirmó.
Brasil aspira a ingresar a la OCDE, un club de democracias ricas. Y Washington hará todo lo posible por ayudarlo, dijo el alto funcionario del gobierno de Trump, que habló bajo condición de anominato.
Según reportes de prensa, Estados Unidos también podría otorgar a Brasil el estatus de 'aliado preferente fuera de la OTAN'. Esto le abriría la puerta a tecnología, cooperación, y recursos de defensa.
¿Otros temas sobre la mesa?
Además de novedades esperadas en el plano agrícola y comercial, 'Venezuela absolutamente será parte de la discusión', en particular por el buen vínculo entre los militares venezolanos y brasileños, que puede propiciar un 'cese de la usurpación' de Maduro, dijo el alto funcionario.
La crisis venezolana estará también en el centro de la agenda cuando Bolsonaro se reúna este martes con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
El lunes, Bolsonaro llamó a 'liberar' a Venezuela junto con Estados Unidos, en una jornada en la que el presidente brasileño hizo una inusual visita a la agencia de inteligencia estadounidense CIA.
La CIA estuvo detrás del golpe de Estado que derrocó al presidente João Goulart en 1964 y dio lugar a la dictadura militar que acabó en 1985.
Y a fines de 2013, Dilma Rousseff, entonces presidenta de Brasil, canceló una visita de Estado a Washington luego de que la prensa revelara que sus comunicaciones personales habían sido vigiladas por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA).