Dilan Cruz, un estudiante de secundaria de 18 años, murió dos días después de ser alcanzado en la cabeza por un proyectil lanzado supuestamente por agentes antimotines durante una protesta. Su caso impactó en la sociedad colombiana, inició un debate sobre el uso excesivo de la fuerza y lo convirtió en un símbolo para muchos manifestantes jóvenes.
A medida que se difundió la noticia de su muerte, los manifestantes comenzaron a congregarse para un 'cacerolazo' cantando '¡El Estado lo mató!' en la calle de Bogotá en la que resultó herido.
El presidente del país, Iván Duque, escribió que Twitter que 'lamentamos profundamente' el deceso de Cruz y envió sus condolencias a la familia. El dirigente había prometido una rápida investigación sobre el incidente en el que el joven resultó herido.
LEA: Demandan a policía de Maryland por un aviso al ICE
Colombia registra protestas desde el pasado jueves, cuando aproximadamente 250.000 personas tomaron las calles en una huelga organizada por sindicatos, grupos de estudiantes y organizaciones indígenas.
La protesta fue la más grande en el país en los últimos años, y le siguieron docenas de manifestaciones más pequeñas además de saqueos que resultaron en la muerte de otras personas y llevaron a las autoridades a imponer un toque de queda en la capital por primera vez desde 1977.
Los disturbios se producen después de las movilizaciones antigubernamentales en Ecuador, Bolivia y Chile, que hicieron que los dirigentes de Ecuador y Chile propusieran cambios en las políticas económicas y obligaron al presidente de Bolivia a renunciar.
En respuesta al creciente descontento, Duque lanzó un 'diálogo nacional' el domingo para abordar asuntos como la violencia en zonas rurales, la política ambiental y el 'crecimiento con equidad'.
LEA ADEMÁS: Sismo deja 13 muertos en Albania, buscan a sobrevivientes
El presidente se reunió con gobernadores y alcaldes recién elegidos el domingo en la noche, y el lunes conversó con líderes empresariales y algunos sindicatos. Duque invitó al Comité Nacional de Paro, el grupo que impulsó las protestas, a dialogar el martes, pero sus líderes dijeron que solo les ofreció una reunión de una hora y rechazaron acudir.
Miembros del colectivo dijeron que quieren más participación en cualquier revisión del sistema de pensiones y las leyes laborales, además de en el plan de reforma fiscal que el gobierno presentó recientemente al congreso.
Además, solicitan más financiación para las universidades públicas y que se prohíba el fracking, un método de extracción de petróleo al que Duque se mostró abierto.
Pero no está claro cuánto éxito tendrá el movimiento a la hora de lograr sus demandas.
Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, dijo que aunque las protestas han sido constantes solo han conseguido atraer a unos pocos miles de personas desde el viernes y su impulso podría desvanecerse a medida que se acerca la Navidad.
El gobierno intentó mantener el orden arrestando a más de 160 personas en los dos primeros días de movilizaciones.
El lunes, la agencia migratoria colombiana inició la deportación de 59 ciudadanos venezolanos que fueron detenidos por supuestos 'actos de vandalismo' durante las protestas.