En un comunicado, el departamento aseguró que ayudará “en las gestiones que sean necesarias para detener las deportaciones de las connacionales y continuar avanzando para que el caso sea llevado ante las cortes de ese país”. Una de las cuatro mujeres pidió que no se evite ni se demore su deportación, agregó.
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Aunque los deportados pueden participar como testigos en cualquier caso penal o civil, muchos acaban en naciones inestables o en situaciones en las que es dificil mantener el contacto con ellos. Los abogados de las migrantes sostienen que su vuelta a sus países de origen complicaría la obtención de justicia en este caso.
Varias internas en el centro de detención del condado de Irwin en Ocilla, Georgia, que habían presentado denuncias contra el doctor fueron informadas de que su deportación era inminente, dijeron los abogados esta semana.
Antiguas pacientes del centro se quejaron del trato dispensado por el doctor Mahendra Amin, quien ha sido acusado de operar a migrantes sin su consentimiento o de practicar procedimientos médicamente innecesarios y que podrían afectar a su capacidad para tener hijos.
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Las mujeres apuntaron que Amin realizó operaciones que causaron o empeoraron sus dolores sin explicación de qué estaba haciendo ni ofrecerles una alternativa. Pero no ha habido pruebas que respalden la denuncia inicial de que realizó un gran número de histerectomías.
El abogado de Amin, Scott Grubman, negó anteriormente que el doctor hubiese hecho algo mal y dijo que era un “médico muy respetado que ha dedicado su vida adulta a tratar a una población de alto riesgo y desatendida en la Georgia rural”. El doctor ha dejado de pasar consulta a mujeres en el centro de detención del condado de Irwin.
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