El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro prorrogó por dos semanas más un decreto que reduce la jornada laboral semanal para el sector público a solo lunes y martes, como medida para ahorrar energía eléctrica ante la crisis del sector en el país petrolero.
'El decreto de régimen especial de días no laborables ha sido prorrogado por 15 días más, debido a que las lluvias que esperábamos no fueron suficientes', afirmó la gobernadora chavista del estado Cojedes, Erika Farías, desde el palacio presidencial de Miraflores en Caracas el viernes.
Venezuela padece una crisis eléctrica con cortes del servicio en casi todo el país, que el gobierno atribuye a la sequía causada por el fenómeno meteorológico El Niño y que ha mermado la capacidad de generación hidroeléctrica del país caribeño, principalmente a la central de Guri, en el estado Bolívar (sureste), que provee 70% de la electricidad de Venezuela.
La medida del gobierno venezolano, detalló Farías, también incluye que 'los días viernes de estos 15 días seguirá la suspensión de las clases'.
Esta decisión se incluye en el plan de ahorro energético que comenzó hace tres meses, y que ha implicado además el adelanto en 30 minutos de la hora (-4H00 en relación a GMT), la reducción del servicio eléctrico en centros comerciales y hoteles, y varios asuetos.
Maduro afirma que la sequía es la peor en 40 años, pero la oposición culpa al gobierno de improvisar con las medidas y de no haber hecho un mantenimiento adecuado de la infraestructura por el desorden administrativo.
Esta nueva medida se dicta en momentos que la escasez de alimentos básicos en Venezuela supera el 80%, según reveló una encuesta, una realidad que palpita en largas colas con frases rotundas como que en este país 'no hay nada'.
Sólo en Caracas, 'la ciudad más abastecida' del país, el promedio de escasez es de 82,8% en 2016, según la encuesta de la prestigiosa firma Datanálisis, realizada entre el 6 y 16 de abril.
El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló al presentar el estudio que el llamado 'desabastecimiento en hogares' es menor al registrado en los comercios, pero advirtió que durante la última medición 'se disparó' ese índice, por un empeoramiento de la situación económica del país petrolero.
'El proceso de deterioro ha sido exponencial en los últimos dos meses. Estamos viendo el empeoramiento de los índices de una manera realmente impresionante', dijo León.
Beatriz Medina, una secretaria treintañera, lo atestigua mientras hace una larga cola para comprar lo que haya en un supermercado del este de Caracas. No hay opción de escoger.
'Estoy con mi hija, una bebé de 19 meses, desde las cinco de la mañana y no consigo alimentos. Eso es lo que pasa, que en Venezuela no hay nada', dijo lacónica a la AFP.
'Nos tocaron el estómago'
Datanálisis pronostica para este año una inflación de 450%, con una caída real del poder adquisitivo de los consumidores de al menos 40 puntos, respecto a 2015.
Las últimas cifras oficiales de inflación son de diciembre de 2015, y reportan un alza de 180,9% en los precios, mientras que los datos de escasez no se divulgan desde inicios de 2014.
'¡Queremos comida!', gritan al unísono decenas de personas al notar la llegada de un equipo periodístico a la barriada popular de Lídice, en el oeste de la capital, donde medio millar hacen fila para comprar pasta, arroz y aceite.
La cola es vigilada por militares de la Guardia Nacional, que también custodian el supermercado y los camiones que llegan con los víveres para evitar saqueos o incidentes como ha ocurrido en otras ciudades. La fila de compradores arranca a varios metros de la entrada.