SEATTLE, ESTADOS UNIDOS.- El humo de los incendios forestales oscureció los cielos del oeste de Estados Unidos, opacando las montañas y las ciudades desde
Oregon a Colorado, demorando vuelos y obligando a las autoridades del área de Seattle a pedir que incluso los adultos saludables eviten salir al aire libre.
Mientras las grandes ciudades tienen que lidiar con la mala calidad del aire por segundo verano consecutivo, los expertos advierten que podría ser algo más común en un contexto en que el oeste de Estados Unidos enfrenta incendios forestales más grandes y destructivos debido al calor y las sequías que se atribuyen al cambio climático. Las autoridades también deben establecer prioridades en el uso de los recursos durante la cada vez más prolongada temporada de incendios, por lo que es posible que se permita algunos de ellos ardan en zonas despobladas.
La Aguja Espacial de Seattle se perdía entre la bruma y era imposible ver las montañas cercanas. Los residentes de Portland, Oregon, que se despertaron temprano vieron el sol entre el humo y comenzaron su día respirando aire contaminado. Las escuelas públicas de la zona suspendieron la práctica de cualquier deporte al aire libre.
El denso humo en Denver bloqueó la vista de algunas de las famosas montañas de Colorado, y las autoridades emitieron un aviso de mala calidad del aire para el noreste del estado.
La contaminación por humo, incluso en Colorado, proviene de los incendios forestales en la Columbia Británica y la Cordillera de las Cascadas en el noroeste del país, nublando una temporada que muchas personas prefieren pasar al aire libre.
Zach Simon, residente de Portland, supervisó un grupo de niños en un campamento de verano que tomaron un descanso frente a una fuente cerca del río Willamette, en donde el denso humo gris obstaculizó la vista del Monte Hood.
Simon dijo que no dejará que los niños anden tanto en bicicleta ni jueguen tanto al aire libre mientras la calidad del aire siga siendo mala.
“Ayer salí a andar en bicicleta, y realmente lo resentí en los pulmones, me dolía la cabeza y me sentía letárgico”, comentó Simon el lunes. “Hoy, en bicicleta, puedes ver toda la ciudad brumosa y no se distinguen los edificios”.
Sid Vaughn, quien trabaja en una zapatería de Boulder, Colorado, salió a correr 14,5 kilómetros (9 millas) como todos los días, a pesar del humo.
“No se sintió bien en mis pulmones”, declaró.
Mientras las grandes ciudades tienen que lidiar con la mala calidad del aire por segundo verano consecutivo, los expertos advierten que podría ser algo más común en un contexto en que el oeste de Estados Unidos enfrenta incendios forestales más grandes y destructivos debido al calor y las sequías que se atribuyen al cambio climático. Las autoridades también deben establecer prioridades en el uso de los recursos durante la cada vez más prolongada temporada de incendios, por lo que es posible que se permita algunos de ellos ardan en zonas despobladas.
La Aguja Espacial de Seattle se perdía entre la bruma y era imposible ver las montañas cercanas. Los residentes de Portland, Oregon, que se despertaron temprano vieron el sol entre el humo y comenzaron su día respirando aire contaminado. Las escuelas públicas de la zona suspendieron la práctica de cualquier deporte al aire libre.
El denso humo en Denver bloqueó la vista de algunas de las famosas montañas de Colorado, y las autoridades emitieron un aviso de mala calidad del aire para el noreste del estado.
La contaminación por humo, incluso en Colorado, proviene de los incendios forestales en la Columbia Británica y la Cordillera de las Cascadas en el noroeste del país, nublando una temporada que muchas personas prefieren pasar al aire libre.
Zach Simon, residente de Portland, supervisó un grupo de niños en un campamento de verano que tomaron un descanso frente a una fuente cerca del río Willamette, en donde el denso humo gris obstaculizó la vista del Monte Hood.
Simon dijo que no dejará que los niños anden tanto en bicicleta ni jueguen tanto al aire libre mientras la calidad del aire siga siendo mala.
“Ayer salí a andar en bicicleta, y realmente lo resentí en los pulmones, me dolía la cabeza y me sentía letárgico”, comentó Simon el lunes. “Hoy, en bicicleta, puedes ver toda la ciudad brumosa y no se distinguen los edificios”.
Sid Vaughn, quien trabaja en una zapatería de Boulder, Colorado, salió a correr 14,5 kilómetros (9 millas) como todos los días, a pesar del humo.
“No se sintió bien en mis pulmones”, declaró.