MÉXICO, MÉXICO.- Restos humanos que podrían pertenecer a algunos de los 43 estudiantes desaparecidos en México en 2014 serán analizados en un laboratorio de la Universidad de Innsbruck, en Austria, y por peritos de la fiscalía mexicana, informó este miércoles el Gobierno.
“Tenemos otros restos pendientes de identificación (...) son dos restos de más de 120 que encontramos (...) y estamos esperando la fecha que le fije el laboratorio de Innsbruck” para realizarles análisis genéticos, dijo Alejandro Encinas, presidente de la Comisión de la Verdad (COVAJ), que busca esclarecer el llamado caso Ayotzinapa.
El análisis de “unos restos adicionales” lo realizarán peritos de la fiscalía general mexicana (FGR), agregó el funcionario durante la presentación del segundo informe de la Comisión, creada en diciembre de 2018 por el gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Hasta la fecha, han sido hallados e identificados los despojos de solo tres de los 43 estudiantes de magisterio, que fueron asesinados y desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero (sur), uno de los más violentos del país debido a enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico.
Los jóvenes habían llegado a Iguala para hacerse de autobuses y utilizarlos para trasladarse a Ciudad de México adonde participarían de una manifestación, cuando fueron perseguidos y atacados por sicarios del cártel Guerreros Unidos.
Esta mafia es acusada de haber perpetrado el crimen en colusión con policías y ante la pasividad de autoridades y oficiales de las fuerzas armadas de México.
Continuar la búsqueda
Encinas informó que los restos que serán analizados en el Laboratorio de Medicina Legal de Innsbruck -que antes identificó a tres de los estudiantes- fueron hallados en un paraje del municipio de Cuetzala del Progreso, mientras que los otros vestigios se ubicaron cerca de Iguala, donde ocurrió la masacre.
“Debemos asumir que nos falta encontrar a 40 estudiantes (...) Es la prioridad de esta comisión continuar con las labores de la búsqueda”, agregó el funcionario.
Detalló que la COVAJ ha realizado 138 acciones de búsqueda y procesó 498 restos pendientes de identificar, lo que permitió la entrega a sus familiares de 47 cadáveres, aunque “ninguno corresponde a los 43 estudiantes desaparecidos”.
Encinas dijo que la investigación ya ha incorporado información obtenida mediante intervenciones a las comunicaciones realizadas por la Agencia Antinarcóticos estadounidense, DEA, a integrantes de Guerreros Unidos entre marzo y septiembre de 2014.
Estas permiten determinar que “en ningún momento” los estudiantes hablaron ni con agentes de seguridad ni con miembros del cártel.
“No existe ninguna prueba o evidencia de que hubiera algún vínculo de los estudiantes con el grupo delictivo o cualquier otro” de la región, subrayó Encinas.
Tres causas del crimen
Las intervenciones de la DEA también permitieron esclarecer tres causales de la desaparición “que no son necesariamente excluyentes”, explicó el también subsecretario de Gobernación.
Una, que fueron confundidos como miembros de un cártel rival; la segunda, que fueron víctimas de un “escarmiento” por parte del alcalde de Iguala y de Guerreros Unidos; y tres, la presencia de drogas, armas o dinero en los autobuses que tomaron, provocando su persecución y muerte.
Encinas destacó que de la reconstrucción de los eventos se han identificado a “434 actores relevantes que participaron directa o indirectamente en la desaparición de los muchachos”.
De esos, 132 están detenidos, incluyendo 41 miembros de Guerreros Unidos, 71 policías, el exprocurador general Jesús Murillo Káram, 14 miembros del Ejército y otros cinco funcionarios. Otros tres funcionarios que salieron del país tienen solicitudes de extradición.
“El reto principal hoy está en la búsqueda (de los jóvenes) y en la judicialización” de los detenidos, afirmó Encinas.