Un defensor de derechos humanos fue asesinado el miércoles poco antes de que se llevara a cabo una reunión entre autoridades mexicanas y familiares de desaparecidos en Veracruz, informaron este viernes autoridades.
La fiscalía de Veracruz informó que el miércoles, unas horas antes de la reunión, José de Jesús Jiménez Gaona, de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, murió tras ser atacado con un arma de grueso calibre cuando se encontraba en compañía de su esposa, Francisca Vázquez, quien se reporta grave en un hospital.
El ataque se registró en Poza Rica, donde la hija de la víctima, Jenny Isabel Jiménez Vázquez, de 23 años, desapareció en 2011 sin dejar huella junto a otros tres jóvenes en lo que se presume un caso de desaparición forzada por la presunta participación de autoridades.
'Se están buscando las soluciones inmediatas para buscar al presunto responsable de este asunto, que se da en esta coyuntura de una reunión que se tenía agendada previamente', dijo a la prensa el fiscal estatal, Luis Ángel Bravo Contreras.
Juan Carlos Trujillo Herrera, fundador de la Brigada, dijo a la AFP que es evidente que el ataque contra Jiménez Gaona 'está relacionado con la actividad que estaba desempeñando por la defensa de los derechos humanos de los padres y madres que buscan a sus hijos en un estado lleno de abusos y atropellos como Veracruz'.
En un comunicado emitido este viernes, la organización Amnistía Internacional exigió 'una investigación exhaustiva e independiente para esclarecer los hechos' y que se tomen las medidas necesarias para garantizar 'la vida y la integridad personal' de Francisca Vázquez.
En su informe anual 2015-2016, la ONG con sede en Londres señaló su preocupación de que en México los defensores de derechos humanos 'continuaron siendo víctimas de amenazas, hostigamiento, agresiones y asesinatos'.
El estado de Veracruz, en el este de México, es considerado uno de los más violentos de México por las pugnas entre cárteles de las drogas.
En enero cinco jóvenes, entre ellos una chica de 16 años, desaparecieron en Tierra Blanca tras ser detenidos por policías estatales, que los entregaron al cártel Jalisco Nueva Generación, quienes los habrían asesinado e incinerado, según las autoridades.
En marzo se reportó la desaparición de otros tres jóvenes, que habrían sido detenidos por policías del municipio de Papantla.
Unos 15 policías han sido detenidos por estos dos casos que causaron gran indignación y que son comparados con la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, en Guerrero (sur), también detenidos por policías corruptos que los entregaron a narcotraficantes.