WASHINGTON, EEUU.- Los demócratas esperan aprobar este martes en la Cámara baja del Congreso una resolución contra la 'emergencia nacional' declarada por el presidente
Donald Trump para construir un muro en la frontera de Estados Unidos con México, aunque la medida, en última instancia, chocará con el veto presidencial.
Los demócratas esperan dar así el primer golpe a la decisión de Trump del 15 de febrero de pasar por encima del Congreso para acceder a fondos federales para financiar el muro, una promesa de campaña.
En el Senado, el futuro de la iniciativa es más incierto, aunque el rechazo también abunda entre algunos republicanos, que controlan la Cámara alta.
Si la resolución lograse la aprobación de las dos Cámaras, Trump ya prometió que la vetará.
Pero incluso esa eventualidad marcaría un duro revés para el presidente republicano, quien usaría el primer veto de su presidencia para forzar la aprobación de una de sus decisiones más controvertidas.
'Espero que nuestros fabulosos senadores republicanos no se dejen llevar por el camino de una débil e inefectiva seguridad fronteriza', advirtió Trump en un tuit este lunes.
Llamado a la resistencia
La excepcional medida de Trump tiene como objetivo desbloquear los fondos para erigir un muro en la frontera con México, que según el mandatario frenará la inmigración ilegal, luego que el Congreso no aprobara los 5,700 millones de dólares que requería para su construcción.
La decisión provocó un llamado inmediato a la resistencia en la oposición demócrata pero también entre algunos republicanos que ven en la medida un grave atentado contra las prerrogativas del Congreso, tradicionalmente responsable de controlar los gastos públicos.
En tres cartas abiertas, una veintena de exlegisladores republicanos, unos 60 exfuncionarios de todas las áreas, al menos media docena de ellos que fungieron bajo otros presidentes republicanos, así como la poderosa organización defensora de los derechos civiles ACLU, denunciaron este lunes esa 'emergencia nacional'.
En paralelo, 16 estados lanzaron el 18 de febrero una batalla judicial con una demanda presentada ante un tribunal federal en California.
'Para defender nuestra democracia, la Cámara aprobará mañana (martes) la resolución (...) buscando poner fin a la declaración de emergencia', prometió la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, quien la semana pasada había denunciado 'la afirmación falsa del presidente de que hay una crisis en la frontera'.
El voto está previsto para el martes al mediodía.
La insistencia de Trump para que el Congreso aprobara financiamiento para la construcción del muro llevó a un cierre parcial del gobierno de 35 días en diciembre y enero.
Finalmente, y antes de que venciera el plazo dado por el mandatario para alcanzar un nuevo acuerdo, demócratas y republicanos pactaron un presupuesto que otorga casi 1.400 millones de dólares para construir vallados y barreras en la frontera.
Trump accedió a promulgar esa ley de presupuesto para evitar un nuevo 'shutdown', pero paralelamente declaró la 'emergencia nacional'.
Según la Casa Blanca, el presidente podrá también desbloquear fondos federales -fundamentalmente destinados al Pentágono- para alcanzar unos 8.000 millones de dólares.
Los demócratas esperan dar así el primer golpe a la decisión de Trump del 15 de febrero de pasar por encima del Congreso para acceder a fondos federales para financiar el muro, una promesa de campaña.
En el Senado, el futuro de la iniciativa es más incierto, aunque el rechazo también abunda entre algunos republicanos, que controlan la Cámara alta.
Si la resolución lograse la aprobación de las dos Cámaras, Trump ya prometió que la vetará.
Pero incluso esa eventualidad marcaría un duro revés para el presidente republicano, quien usaría el primer veto de su presidencia para forzar la aprobación de una de sus decisiones más controvertidas.
'Espero que nuestros fabulosos senadores republicanos no se dejen llevar por el camino de una débil e inefectiva seguridad fronteriza', advirtió Trump en un tuit este lunes.
Llamado a la resistencia
La excepcional medida de Trump tiene como objetivo desbloquear los fondos para erigir un muro en la frontera con México, que según el mandatario frenará la inmigración ilegal, luego que el Congreso no aprobara los 5,700 millones de dólares que requería para su construcción.
La decisión provocó un llamado inmediato a la resistencia en la oposición demócrata pero también entre algunos republicanos que ven en la medida un grave atentado contra las prerrogativas del Congreso, tradicionalmente responsable de controlar los gastos públicos.
En tres cartas abiertas, una veintena de exlegisladores republicanos, unos 60 exfuncionarios de todas las áreas, al menos media docena de ellos que fungieron bajo otros presidentes republicanos, así como la poderosa organización defensora de los derechos civiles ACLU, denunciaron este lunes esa 'emergencia nacional'.
En paralelo, 16 estados lanzaron el 18 de febrero una batalla judicial con una demanda presentada ante un tribunal federal en California.
'Para defender nuestra democracia, la Cámara aprobará mañana (martes) la resolución (...) buscando poner fin a la declaración de emergencia', prometió la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, quien la semana pasada había denunciado 'la afirmación falsa del presidente de que hay una crisis en la frontera'.
El voto está previsto para el martes al mediodía.
La insistencia de Trump para que el Congreso aprobara financiamiento para la construcción del muro llevó a un cierre parcial del gobierno de 35 días en diciembre y enero.
Finalmente, y antes de que venciera el plazo dado por el mandatario para alcanzar un nuevo acuerdo, demócratas y republicanos pactaron un presupuesto que otorga casi 1.400 millones de dólares para construir vallados y barreras en la frontera.
Trump accedió a promulgar esa ley de presupuesto para evitar un nuevo 'shutdown', pero paralelamente declaró la 'emergencia nacional'.
Según la Casa Blanca, el presidente podrá también desbloquear fondos federales -fundamentalmente destinados al Pentágono- para alcanzar unos 8.000 millones de dólares.