WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS. -El presidente
Donald Trump suele jactarse de haber hecho más por los militares y veteranos de guerra que cualquier mandatario en la historia reciente. Pero aún no ha cumplido con una peregrinación presidencial tradicional: una visita a los soldados en una zona de guerra.
El martes, al partir hacia Florida para pasar el feriado de Acción de Gracias en su club privado en Palm Beach, Trump dijo que corregiría esa omisión próximamente.
“Iré a una zona de guerra”, dijo en respuesta a la pregunta de un periodista sobre su apoyo a las tropas.
No dijo cuándo ni a dónde iría. Un funcionario dijo que un equipo de la Casa Blanca está planificando la visita.
La omisión se suma a una larga lista de decisiones que se apartan de la norma y ponen de relieve la tensa relación con las fuerzas armadas, que han elogiado los aumentos del presupuesto para la defensa pero ven con malos ojos lo que algunos consideran sus intentos de politizar el servicio militar.
Días atrás, Trump criticó al comandante de la misión que mató al líder terrorista Osama bin Laden en 2011, el almirante retirado William McRaven. “¿No hubiera sido mejor que atrapáramos a Osama bin Laden antes, no hubiera sido mejor?”, se preguntó el presidente.
Oficiales de alta graduación retirados han expresado dudas sobre si Trump realmente comprende la función de las fuerzas armadas, al tiempo que colaboradores de la Casa Blanca y funcionarios de la defensa han dicho que el presidente demuestra falta de interés en los informes sobre el apostamiento de tropas en el exterior.
En su campaña presidencial Trump prometió poner fin a las misiones militares en el exterior, pero ha debido enfrentar muchos de los mismos retos que sus predecesores. Hay más soldados estadounidenses en zonas de conflicto ahora que cuando asumió.
El martes, al partir hacia Florida para pasar el feriado de Acción de Gracias en su club privado en Palm Beach, Trump dijo que corregiría esa omisión próximamente.
“Iré a una zona de guerra”, dijo en respuesta a la pregunta de un periodista sobre su apoyo a las tropas.
No dijo cuándo ni a dónde iría. Un funcionario dijo que un equipo de la Casa Blanca está planificando la visita.
La omisión se suma a una larga lista de decisiones que se apartan de la norma y ponen de relieve la tensa relación con las fuerzas armadas, que han elogiado los aumentos del presupuesto para la defensa pero ven con malos ojos lo que algunos consideran sus intentos de politizar el servicio militar.
Días atrás, Trump criticó al comandante de la misión que mató al líder terrorista Osama bin Laden en 2011, el almirante retirado William McRaven. “¿No hubiera sido mejor que atrapáramos a Osama bin Laden antes, no hubiera sido mejor?”, se preguntó el presidente.
Oficiales de alta graduación retirados han expresado dudas sobre si Trump realmente comprende la función de las fuerzas armadas, al tiempo que colaboradores de la Casa Blanca y funcionarios de la defensa han dicho que el presidente demuestra falta de interés en los informes sobre el apostamiento de tropas en el exterior.
En su campaña presidencial Trump prometió poner fin a las misiones militares en el exterior, pero ha debido enfrentar muchos de los mismos retos que sus predecesores. Hay más soldados estadounidenses en zonas de conflicto ahora que cuando asumió.