Las autoridades sanitarias estadounidenses calificaron el jueves de 'atípico' el nuevo caso de enfermedad de la vaca loca, registrado en California y se mostraron confiadas en evitar la propagación de la enfermedad originada en la alimentación animal.
'La FDA (Food and Drug Administration) confía en la eficacia de los sistemas de control de la alimentación animal para evitar la propagación' de la encefalopatía espongiforme bovina (ESB), enfermdad conocida como 'la vaca loca'.
Tanto las autoridades sanitarias como el ministerio de Agricultura insisten que no existe una amenaza para los consumidores.
'The FDA trabajará con el USDA (departamento de Agricultura) para llevar adelante una completa investigación epidemiológica', anunció un comunicado.
Las autoridades insistieron en que la ESB no se transmite a la leche.
El Departamento de Agricultura (USDA) informó el martes la detección del cuarto caso de encefalopatía espongiforme bovina (ESB) a nivel nacional, en un establecimiento lechero del centro de California, pero indicó que el caso estaba contenido, que no contaminó la cadena alimentaria.
Muestras del animal infectado fueron enviadas a un laboratorio en Ames, Iowa, donde dieron positivo a una rara variante de la la enfermedad. Los resultados están siendo compartidos con laboratorios en Gran Bretaña y Canadá.
Casos anteriores de este mal -atribuido a la alimentación con restos de ganado- en Estados Unidos, Canadá, Israel, Europa y Japón, causaron masivos problemas en el comercio de alimentos, por miles de millones de dólares, y resultaron en el sacrificio de lotes enteros de ganado.
Las exportaciones de carne estadounidense suman más de 353 millones de dólares mensuales, con México, Canadá, Corea del Sur y Japón entre sus principales mercados.