El senador demócrata Chuck Schumer, duro crítico del manejo de la situación por el presidente Donald Trump, dijo que espera un acuerdo entre los legisladores de las comisiones de asignaciones presupuestarias de ambas cámaras del Congreso para el martes por la noche, con esperanzas de que la medida sea aprobada en el pleno para el fin de semana.
El paquete de 7,500 millones de dólares sería el triple del pedido de Trump, pero se espera que tenga el respaldo de la Casa Blanca y de los aliados republicanos del presidente en el Capitolio.
“Cuando se trata de la salud y seguridad de los estadounidenses, no hay razones para escatimar gastos”, dijo Schumer el martes.
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Las deliberaciones sobre la propuesta son un punto positivo bipartidista en momentos en que el Congreso aún se recupera de las tensiones del juicio político a Trump e involucran a legisladores pragmáticos en las dos comisiones de asignaciones, que tienen un buen historial de éxito bipartidista pese a las divisiones en Washington.
El jefe de la comisión de asignaciones del Senado, el republicano Richard Shelby dijo que una pronta aprobación de la propuesta “le envía un mensaje al pueblo estadounidense de que nos preocupamos y vamos a hacer todo lo que podamos”.
Schumer ha criticado duramente el manejo de la situación por Trump y dice que la cifra es mucho más cercana al punto de referencia que él fijó la semana pasada al delinear un plan de 8,500 millones de dólares. Incluye además una cláusula para restaurar fondos para programas del Departamento de Salud, como asistencia de energía para hogares de bajos ingresos, que fueron cortados para pagar por la respuesta federal inicial.
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El vicepresidente Mike Pence, que coordina la respuesta de la administración Trump, estaba visitando el Capitolio para informar a ambas partes sobre la situación, que expertos de salud advierten empeorará en los próximos días y semanas.
La propuesta de ley aceleraría el desarrollo y la producción de una vacuna para el coronavirus, la preparación financiera y las gestiones de respuesta por las autoridades estatales y locales, ayudaría a gobiernos extranjeros a combatir el brote y trataría de garantizar que la vacuna sea accesible cuando esté lista, lo que pudiera tomar un año.
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