Lagos, Nigeria
El ejército nigeriano anunció este miércoles haber rescatado a más de 300 mujeres y niños en manos del grupo islamista Boko Haram en el nordeste del país.
'La unidad del ejército socorrió a 338 personas que los terroristas mantenían en cautiverio', entre ellas 192 niños y 138 mujeres, en operaciones llevadas a cabo el martes, declararon las fuerzas armadas.
Estas operaciones se centraron en 'presuntos campamentos de terroristas de Boko Haram en las aldeas de Bulajilin y Manawashe', en la región boscosa de Sambisa, un feudo de los insurgentes islamistas.
El ejército también afirmó haber matado a 30 presuntos insurgentes de Boko Haram, y confiscado armas y municiones.
En este mismo comunicado, el ejército afirma haber matado en una emboscada a cuatro presuntos insurgentes que se dirigían a la ciudad de Gubula, en el estado vecino de Adamawa, para cometer atentados suicidas. Añade haberse incautado de armas, municiones, obuses de mortero y dinero.
El martes, la fuerza aérea nigeriana declaró haber bombardeado depósitos de vehículos y carburante del grupo islamista 'en un esfuerzo' por deteriorar al máximo sus recursos. Según el jefe de la aviación, Sadique Abubakar, estos bombardeos 'abren el camino para el asalto final' de las tropas terrestres.
El ejército informa con cierta frecuencia de éxitos en su lucha contra la insurrección; en septiembre afirmó haber rescatado a 241 mujeres y niños en una operación.
Pero Boko Haram sigue cometiendo ataques y atentados suicidas a un ritmo sostenido pese a la promesa del presidente nigeriano Muhammadu Buhari de acabar con ellos antes de finales de año.
Las autoridades consiguieron algunas victorias, sobre todo con la ayuda del ejército chadiano, pero Boko Haram está lejos de estar acabado.
Los insurgentes han intensificado sus ataques contra blancos civiles en los últimos meses y, según Amnistía Internacional (AI), secuestraron a por lo menos 2.000 mujeres y niñas en Nigeria desde enero de 2014.
El secuestro por parte de Boko Haram de más de 200 estudiantes de secundaria en Chibok, en abril de 2014, suscitó una ola de indignación internacional.
Boko Haram, cuya insurrección ha causado al menos 17,000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados desde 2009, es considerado responsable de la muerte de más de 1,300 personas desde la investidura del presidente Buhari el 29 de mayo, según un recuento de la AFP.
Nigeria y sus vecinos (Camerún, Chad, Níger y Benín), que también sufren ataques de Boko Haram, crearon una fuerza de intervención conjunta multinacional (MNJTF) para combatir al grupo islamista.
El ejército nigeriano anunció este miércoles haber rescatado a más de 300 mujeres y niños en manos del grupo islamista Boko Haram en el nordeste del país.
'La unidad del ejército socorrió a 338 personas que los terroristas mantenían en cautiverio', entre ellas 192 niños y 138 mujeres, en operaciones llevadas a cabo el martes, declararon las fuerzas armadas.
Estas operaciones se centraron en 'presuntos campamentos de terroristas de Boko Haram en las aldeas de Bulajilin y Manawashe', en la región boscosa de Sambisa, un feudo de los insurgentes islamistas.
El ejército también afirmó haber matado a 30 presuntos insurgentes de Boko Haram, y confiscado armas y municiones.
En este mismo comunicado, el ejército afirma haber matado en una emboscada a cuatro presuntos insurgentes que se dirigían a la ciudad de Gubula, en el estado vecino de Adamawa, para cometer atentados suicidas. Añade haberse incautado de armas, municiones, obuses de mortero y dinero.
El martes, la fuerza aérea nigeriana declaró haber bombardeado depósitos de vehículos y carburante del grupo islamista 'en un esfuerzo' por deteriorar al máximo sus recursos. Según el jefe de la aviación, Sadique Abubakar, estos bombardeos 'abren el camino para el asalto final' de las tropas terrestres.
El ejército informa con cierta frecuencia de éxitos en su lucha contra la insurrección; en septiembre afirmó haber rescatado a 241 mujeres y niños en una operación.
Pero Boko Haram sigue cometiendo ataques y atentados suicidas a un ritmo sostenido pese a la promesa del presidente nigeriano Muhammadu Buhari de acabar con ellos antes de finales de año.
Las autoridades consiguieron algunas victorias, sobre todo con la ayuda del ejército chadiano, pero Boko Haram está lejos de estar acabado.
Los insurgentes han intensificado sus ataques contra blancos civiles en los últimos meses y, según Amnistía Internacional (AI), secuestraron a por lo menos 2.000 mujeres y niñas en Nigeria desde enero de 2014.
El secuestro por parte de Boko Haram de más de 200 estudiantes de secundaria en Chibok, en abril de 2014, suscitó una ola de indignación internacional.
Boko Haram, cuya insurrección ha causado al menos 17,000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados desde 2009, es considerado responsable de la muerte de más de 1,300 personas desde la investidura del presidente Buhari el 29 de mayo, según un recuento de la AFP.
Nigeria y sus vecinos (Camerún, Chad, Níger y Benín), que también sufren ataques de Boko Haram, crearon una fuerza de intervención conjunta multinacional (MNJTF) para combatir al grupo islamista.