México, México
David Garza Ávila, más conocido como 'El Diablo', es acusado de ser un sanguinario cabecilla del cártel del Golfo y esta semana viajó miles de kilómetros desde Tamaulipas, al norte de México, hasta la capital para asistir a una cita con un cirujano plástico.
Al parecer, quería cambiarse el rostro para que no lo reconocieran, un error fatal que lo habría hecho caer.
'El Diablo' fue capturado el lunes cerca de Naucalpan, un suburbio de la capital, junto con otras tres personas gracias a esa cita médica y al trabajo de inteligencia de fuerzas federales mexicanas, según la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
El joven, de 28 años, 'venía a hacerse una cirugía facial para evitar que lo pudieran identificar', explicó a la AFP una fuente de la CNS que pidió el anonimato por no estar autorizada a dar declaraciones.
Garza Ávila o Elías Garza García era el encargado de la venta, distribución y trasiego de droga de ese cártel hacia Estados Unidos a través de la frontera de Tamaulipas, según la CNS.
Y era conocido por su alto grado de violencia. Presuntamente ordenó diversas ejecuciones en varios municipios de Tamaulipas, uno de los estados más violentos de México por las pugnas entre su histórico cártel y el de Los Zetas, dijo la corporación en un comunicado.
Pero un día antes de que su cambio de rostro fuera ya una realidad, el capo fue detenido en el estado de México sin que los policías federales ni los militares realizaran disparos.
Al joven, que en el momento de su detención lucía barba y vestía una camiseta blanca y pantalones verde olivo, se le decomisó un arma larga, cartuchos, un kilo de aparente crystal, 10 kilos de presunta marihuana, un vehículo y cinco celulares.
Pero la historia de 'El Diablo' no es del todo nueva e hizo viajar la memoria de muchos mexicanos dos décadas atrás.
Hasta 1997, cuando el legendario narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, 'El señor de los cielos' del cártel de Juárez, falleció durante una cirugía plástica en un hospital de la Ciudad de México. Eso es lo que dijo la versión oficial, aunque muchos mexicanos aún dudan de ella.
David Garza Ávila, más conocido como 'El Diablo', es acusado de ser un sanguinario cabecilla del cártel del Golfo y esta semana viajó miles de kilómetros desde Tamaulipas, al norte de México, hasta la capital para asistir a una cita con un cirujano plástico.
Al parecer, quería cambiarse el rostro para que no lo reconocieran, un error fatal que lo habría hecho caer.
'El Diablo' fue capturado el lunes cerca de Naucalpan, un suburbio de la capital, junto con otras tres personas gracias a esa cita médica y al trabajo de inteligencia de fuerzas federales mexicanas, según la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
El joven, de 28 años, 'venía a hacerse una cirugía facial para evitar que lo pudieran identificar', explicó a la AFP una fuente de la CNS que pidió el anonimato por no estar autorizada a dar declaraciones.
Garza Ávila o Elías Garza García era el encargado de la venta, distribución y trasiego de droga de ese cártel hacia Estados Unidos a través de la frontera de Tamaulipas, según la CNS.
Y era conocido por su alto grado de violencia. Presuntamente ordenó diversas ejecuciones en varios municipios de Tamaulipas, uno de los estados más violentos de México por las pugnas entre su histórico cártel y el de Los Zetas, dijo la corporación en un comunicado.
Pero un día antes de que su cambio de rostro fuera ya una realidad, el capo fue detenido en el estado de México sin que los policías federales ni los militares realizaran disparos.
Al joven, que en el momento de su detención lucía barba y vestía una camiseta blanca y pantalones verde olivo, se le decomisó un arma larga, cartuchos, un kilo de aparente crystal, 10 kilos de presunta marihuana, un vehículo y cinco celulares.
Pero la historia de 'El Diablo' no es del todo nueva e hizo viajar la memoria de muchos mexicanos dos décadas atrás.
Hasta 1997, cuando el legendario narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, 'El señor de los cielos' del cártel de Juárez, falleció durante una cirugía plástica en un hospital de la Ciudad de México. Eso es lo que dijo la versión oficial, aunque muchos mexicanos aún dudan de ella.