El Pentágono analiza posibles opciones para aprovisionar sus fuerzas en Afganistán en caso de represalias por parte de Pakistán luego de que Washington congelara su ayuda militar a Islamabad, al que acusa de ser laxo en la lucha antiterrorista.
Estados Unidos anunció el viernes que podría suspender hasta casi 2,000 millones de dólares en ayuda, convencido de la duplicidad de Pakistán, que a sus ojos mantendría una actitud complaciente respecto a grupos insurgentes como los talibanes afganos o sus aliados de la red Haqqani.
Aunque el Pentágono subrayó que la situación podría evolucionar si Islamabad enviaba señales tangibles de un cambio en su enfoque, responsables políticos pakistaníes llamaron el viernes a su gobierno a tomar medidas de represalias.
'Debemos rechazar que Estados Unidos utilice las instalaciones que les proporcionamos gratuitamente', lanzó el dirigente opositor Imran Khan.
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Para Washington, que combate desde hace 16 años en Afganistán, el mayor problema sería el cierre por Pakistán de sus fronteras y del puerto de Karachi, lo que impediría el aprovisionamiento de alimentos, bienes y equipos a las fuerzas estadounidenses.
Ya sucedió en 2011
En ese momento, Islamabad reaccionaba a una serie de incidentes diplomáticos con Washington, entre ellos la operación secreta estadounidense que asesinó al líder de Al-Qaida Osama bin Laden en la ciudad-cuartel pakistaní de Abbottabad.
Las fuerzas de la OTAN bajo conducción estadounidense soportaron el cierre dependiendo de vuelos de carga desde una base aérea en Kirguistán y de una vía terrestre a través de Rusia, Asia Central y el Cáucaso: rutas más largas y más caras.