El recorte del gasto educativo prometido por el gobierno Trump cortará programas clave para combatir el reclutamiento de estudiantes por parte de la violenta pandilla hispana MS-13, alertó el martes a legisladores un alto responsable escolar de Long Island, Nueva York.
La pandilla fundada por salvadoreños en las calles de Los Angeles en los años '80 crece en esta región a 45 km del centro de Manhattan, en gran parte debido al reclutamiento de menores que en los últimos tres años han viajado solos desde El Salvador, Honduras o Guatemala y se han instalado aquí con familiares o tutores.
Estos chicos recién llegados a Estados Unidos que muchas veces escapan de 'la extrema violencia y la muerte' se sienten 'aislados, asustados y muy vulnerables', dijo Howard Koenig, superintendente de escuelas de Central Islip, en una audiencia del Comité de Seguridad Interna de la Cámara de Representantes sobre la MS-13, celebrada en este pueblo de Long Island.
Muchos de estos chicos casi no han ido a la escuela, no hablan inglés, no conocen las costumbres locales y no tienen una estructura o apoyo familiar, y la escuela intenta ayudarles, contó.
Pero el recorte de 9.200 millones de dólares de gastos educativos en el presupuesto federal, que impactarían en la ayuda federal al estado de Nueva York, tornará imposible ofrecer a estos estudiantes actividades extracurriculares tras la salida de clases, educación especial y apoyo académico adicional, dijo Koenig.
La reducción de estas actividades 'se convierten en una herramienta que alimenta las actividades de reclutamiento de la pandilla', afirmó.
'Los gobiernos federal, estatal y del condado han fracasado en tomar las medidas adecuadas para recibir a estos chicos', dijo por su lado el abogado Patrick Young, del Centro de Refugiados Centroamericanos (CARECEN).
Long Island posee la quinta comunidad de centroamericanos en Estados Unidos, y es también el quinto lugar de llegada para estos menores no acompañados, unos 8.000 de los cuales viven en esta región.
'Los recién llegados deben saber que si son acosados por pandilleros en la escuela o el barrio pueden acudir a la policía o a las autoridades escolares para pedir ayuda. No llegan a Estados Unidos sabiéndolo', dijo Young.
Pero Evelyn Rodríguez, la madre de Kayla Cuevas, una chica de 16 años asesinada en septiembre pasado por la MS-13 a machetazos y golpes de bates de béisbol, dijo que el liceo de Brentwood al que acudía su hija ignoró el problema.
'Mi hija sufrió bullying por dos años' por parte de un pandillero y 'la escuela no hizo nada por mi hija, absolutamente nada', contó a los representantes.
Rodríguez dijo que llamó varias veces a la escuela pero que le dijeron que 'tenían todo bajo control'.