MIAMI, ESTADOS UNIDOS.- Estados Unidos continuará con la lucha climática sea cual sea el resultado de las elecciones legislativas de este martes, aseguró el enviado especial del presidente Joe Biden en la COP27, donde los países del Sur alzan la voz y exigen una financiación que podría ser astronómica.
La conferencia anual del clima de la ONU cierra este martes su cumbre de líderes, a la que asistieron un centenar de mandatarios.
Entre ellos el colombiano Gustavo Petro y el venezolano Nicolás Maduro, que propusieron una gran alianza para salvar el Amazonas.
A los casi 200 países que asisten a la COP27 les quedan ahora por delante diez días de intensas negociaciones, en particular sobre las finanzas del combate climático, que dominan la cita de Sharm el Sheij.
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Estados Unidos, con un gobierno demócrata más comprometido que nunca con el combate climático, afronta unas importantes elecciones legislativas que podrían darle el control del Congreso a la oposición republicana.
“Incluso si perdemos, el presidente Biden está más resuelto que nunca a continuar lo que estamos haciendo”, explicó el enviado especial para el clima de Biden, John Kerry.
“La mayor parte de lo que estamos haciendo no puede ser cambiado por nadie que venga luego (...) El mercado ha tomado su decisión sobre lo que tenemos que hacer para responder a la crisis climática”, añadió.
La gran obra legislativa de Biden a medio mandato ha sido su “Ley de Reducción de la Inflación”, con 370.000 millones de dólares para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2030.
Ningún republicano votó a favor de esa ley, que a su juicio ni hace bajar la inflación ni asegura el futuro energético del país.
Daños y pérdidas
Biden, que acudirá a la COP27 el viernes, reconoce “la responsabilidad particular” de su país respecto a las naciones en vías de desarrollo, explicó Kerry.
Esas naciones se muestran enérgicas en un reclamo particular, que han conseguido meter en la agenda oficial de la COP27, a pesar de que aún quedan dos años de negociación por delante.
Es el capítulo de “daños y pérdidas”, polémico porque para los países del Sur tiene que ser sinónimo de compensaciones por el daño causado por dos siglos de industrialización y uso intensivo de los combustibles de origen fósil, protagonizado por los países del Norte.
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Para los países ricos, un fondo de este tipo tiene que ser voluntario, y que no implique la posibilidad de juicios en cortes internacionales.
Además, también está pendiente quién debe pagar de forma mayoritaria.
Los países “no europeos” y grandes emisores, es decir Estados Unidos y China, son los que deben asumir la mayor carga, advirtió el presidente francés Emmanuel Macron el lunes.
El debate en Sharm el Sheij “es solo una etapa” advirtió este martes el primer ministro de Antigua y Barbudas, Gaston Browne, en nombre de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), amenazados por el aumento del nivel de los océanos.
Ese fondo “sería tan solo una modesta retribución, si se tiene en cuenta que nuestros miembros pierden hasta el 2% de su PIB en un día, cuando ocurre un fenómeno climático” extremo, añadió.
2 billones de dólares al año
Pero las cifras que se manejan, tan solo en términos de inversión para el combate climático, son astronómicas.
Los países del Sur necesitarían más de 2 billones de dólares al año por ese motivo, según un informe encargado por la presidencia de la COP.
Poco menos de la mitad deberá venir del exterior de esos países, mediante financiación de grandes instituciones, gobiernos y sector privado.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, propuso que ese fondo sea alimentado con un impuesto especial a las empresas del sector de combustibles fósiles.
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Un plan para el Amazonas
Petro y Maduro presentaron por otra parte una ambiciosa alianza por la protección de la Amazonía, junto al presidente de Surinam, Chan Santokhi, aunque sin muchos detalles.
“Estamos decididos a revitalizar la selva amazónica”, declaró el mandatario colombiano.
“Si alguna responsabilidad tenemos los sudamericanos es detener la destrucción del Amazonas”, añadió Maduro.
Petro, propulsor de la iniciativa, llamó a “abrir un fondo” que deberá contar “con presupuesto nuestro” y también con “el aporte de las empresas privadas mundiales y de los Estados del mundo”.
El dirigente colombiano aseguró que su país está dispuesto a movilizar 200 millones de dólares anuales durante 20 años para la conservación de la Amazonía.