Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher contrajeron matrimonio este fin de semana, tras el pequeño adelanto que significó la ceremonia civil celebrada el pasado martes.
La basílica de Saint-Marie-Madeleine se convirtió en el marco de la confirmación religiosa del matrimonio y de una pareja que, hasta el momento, ha hecho gala de una discreción inalterable.
Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo fueron una de las primeras parejas en arribar a la pequeña iglesia situada en la Provenza francesa. Poco después desfilaron otros invitados como el Gran Duque de Luxemburgo, padre del novio, Laurent de Bélgica y la princesa Isabelle de Liechtenstein.
Del brazo de su madre, la Gran Duquesa de Luxemburgo, el novio arribó a la basílica donde decenas de personas se congregaron para felicitar a la pareja.
La llegada de la novia con sus pajes y damas de honor fue el momento más esperado de todos. Durante los últimos días se especuló sobre el modelo de Elie Saab que luciría; sin embargo, su vestido nupcial ha sobrepasado todas las expectativas. Su estilo años veinte con encaje, coronado por una tiara con motivos florales, ha sido elogiado por la prensa de Luxemburgo por su elegancia.
Tras la ceremonia, la pareja se traslado al convento real de Saint-Maximin, donde se realizó el banquete.Uno de los detalles que han despertado interés entre el público es el hecho que los novios hayan pedido a sus invitados que los regalos se dirijan a varias organizaciones sociales en las que participan.
Una historia de amor
Félix y Claire se conocieron en un internado suizo 1999. Sin embargo, su compromiso no se hizo efectivo hasta 2012, cuando la Casa Real anunció que iban a casarse.
Nacida en Alemania, la novia pertenece a una de las familias más ricas del país, ya que su padre, Harmut Ledemacher, ha amasado una fortuna cercana a los 600 millones de euros gracias a los negocios en el mundo de la tecnología.
Esos negocios y esa fortuna han hecho posibles la educación cosmopolita de Claire, que vivió en Atlanta, en cuya Escuela Internacional estudió, y poco después en el internado Beau Soleil del Collége Alpin. También estudió Comunicación Internacional en París.
La pareja no ha sido muy dada a acudir a actos públicos ni se ha prodigado demasiado en las numerosas ceremonias oficiales a las que suele acudir la realeza europea. Ahora, se han convertido en nuevos protagonistas de un año cargado de bodas reales como la de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo.La de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher, aunque menor según los expertos en realeza, también ha acaparado la atención de los medios europeos.