El nuevo reporte preliminar de la Organización iraní de Aviación Civil, sin embargo, no llegó a culpar a los proyectiles TOR-M1 del siniestro del Boeing 737-800, operado por Ukraine International Airways.
Durante días tras el tiroteo del 8 de enero, Irán negó haber lanzado misiles al avión, alegando que había sufrido un fallo técnico y un incendio en el motor del avión.
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Sin embargo, después de que Estados Unidos y Canadá atribuyeran el choque a fuego de misiles, las fuerzas armadas iraníes dijeron que armas antiaéreas de la Guardia Revolucionaria habían derribado el avión.
El nuevo reporte identificó los misiles lanzados a la aeronave como procedentes del sistema TOR-M1. Rusia entregó en 2017 29 unidades del sistema dentro de un contrato valorado en unos 700 millones de dólares.
Sin embargo, señaló el texto, 'el efecto de los misiles en el accidente y el análisis de esta acción están bajo investigación'.
Imágenes de cámaras de seguridad a las que tuvo acceso The Associated Press mostraban dos misiles lanzados al avión. El video de dos minutos en blanco y negro parece mostrar un misil que se alza en el aire y explota cerca del avión.
Diez segundos más tarde se lanza otro misil. Unos 20 segundos después de la primera explosión, otra golpea la aeronave. Una bola de fuego cae desde el cielo saliendo del encuadre.
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Las imágenes coincidían con información obtenida por AP, parecían auténticas y encajaban con la geografía del lugar. También explicaban por qué tanta gente grabó el siniestro: la primera explosión atrajo su atención, de modo que dirigieron las cámaras de sus celulares al cielo aún oscuro antes del amanecer.
El sistema antiaéreo de corta distancia Tor, conocido por la OTAN como SA-15, se diseñó durante la era soviética para derribar aeronaves y armas dirigidas de precisión.
Se instala sobre un vehículo e incluye un radar y una batería de ocho misiles. Cada vehículo puede operar de forma independiente. El sistema tiene un alcance de hasta 12 kilómetros (7,5 millas) y puede atacar objetivos aéreos a una altitud de hasta 6 kilómetros (unos 19.700 pies).
Los misiles Tor explotan cerca de su objetivo, derribándolo con metralla que destroza los motores, depósitos de combustible y otros componentes cruciales.
En otra novedad el martes, el Ministerio de Defensa surcoreano anunció que ampliaría temporalmente su misión antipiratería en el Golfo de Adén al Estrecho de Ormuz.
La decisión pretendía garantizar el paso seguro de embarcaciones y ciudadanos surcoreanos por la zona, indicó el Ministerio en un comunicado. La zona de actividad incluirá ahora el Golfo de Omán y Golfo Pérsico, y se coordinará con la coalición que lidera Estados Unidos si es necesario.
También se está formando una misión dirigida por Francia para supervisar el estrecho, por el que pasa el 20% del crudo mundial.
Las operaciones comenzaron tras misteriosas explosiones el pasado verano contra petroleros cerca del estrecho, unos ataques que Estados Unidos atribuyó a Irán. Teherán negó estar implicado, aunque sí detuvo otros petroleros en medio de tensiones con Occidente en torno a su maltrecho acuerdo nuclear con potencias internacionales.