El número de personas enfermas disminuyó, aunque en forma marginal, por tercer día consecutivo y suma 107,688, es decir 10 menos respecto al día anterior.
La tendencia a la baja del número de contagios se mantiene así como del número de pacientes que han tenido que ingresar a las unidades de cuidados intensivos, el más bajo desde el 18 de marzo.
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Aunque las cifras siguen siendo altas, 187,327 contagiados, el incremento es descendente, lo que resulta una señal alentadora.
Esas cifras están siendo analizadas con atención por el gobierno italiano, que estudia la posibilidad de levantar algunas restricciones cuando finalice el confinamiento el 3 de mayo.
El primer ministro Giuseppe Conte anunció que presentará 'antes del fin de semana' las medidas para flexibilizar las restricciones, reactivar la economía del país y salir de manera progresiva de la crisis desatada por el coronavirus.
El jefe de gobierno se reunió este miércoles con líderes regionales y sindicales para negociar el programa de apertura del país a partir del 4 de mayo.
Italia se encuentra en cuarentena desde el 9 de marzo y algunas regiones del norte industrializado la impusieron incluso un poco antes.
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Conte adelantó en facebook que el plan tendrá 'una huella nacional', y que plantea la reorganización de los métodos de trabajo y del transporte así como de nuevas reglas para las actividades comerciales, pero respetando las características de cada región.
En una intervención la víspera ante el Senado, Conte precisó que para la reapertura del país todos los italianos tendrán que usar mascarillas así como respetar la distancia social hasta que se disponga de la vacuna.
