NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- El jurado en el juicio a
Joaquín “El Chapo” Guzmán escuchó grabaciones de dos llamadas comprometedoras en la que éste negocia los detalles de la venta de 20 kilos de heroína en Chicago.
“Oye... este, ¿tú no tienes manera de traer ese dinero hasta aquí?”, pregunta “El Chapo” al exnarcotraficante estadounidense Pedro Flores, quien grabó la conversación de noviembre de 2008 con una grabadora barata que el propio Flores compró en una tienda de la cadena Radio Shack.
En las dos charlas, hechas el mismo día con tan solo media hora de diferencia, se escucha a Guzmán acceder a un descuento de 5,000 dólares por kilo. El tono de “El Chapo” es jovial y saluda a Flores al principio de la conversación diciendo “¡amigo!”. También dice que un trabajador suyo recogerá el dinero de la venta en Chicago.
“Entonces, ¿cómo le hacemos? Este, el muchacho de Chicago que te hable a ti pero tú te levantas en la tarde. Y los bancos abren en el día, fíjate”, le dice “El Chapo”, bromeando, a Flores.
“No, yo lo mando. Lo mando, me levanto temprano, no se apure. Yo me encargo de que los reciba temprano”, responde Flores.
Obviamente Guzmán no sabía en ese momento que Flores estaba grabando la llamada y que la grabación sería después entregada por Flores a la agencia antidroga estadounidense. En ese momento “El Chapo” estaba escondiéndose en las montañas, desde donde seguía manejando operaciones de tráfico de drogas y Flores se encontraba en Guadalajara, aunque dirigiendo las ventas de droga del cartel de Sinaloa en Chicago y otras ciudades estadounidenses.
“El Chapo”, uno de los narcotraficantes más conocidos que existen, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos. De ser declarado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua.
Esta es la sexta semana de juicio, en el que ya han testificado más de una docena de personas.
El abogado de Guzmán, William Púrpura, comparó el miércoles en la sala la voz de Guzmán en las conversaciones telefónicas con su voz en el conocido video que Guzmán hizo para la revista Rolling Stone y puso en duda de que se tratara de la misma persona.
“Tenemos que confiar en su palabra de que se trata de la voz de él (Guzmán) ¿no?”, preguntó Púrpura a Flores, en tono sarcástico.
“Sí”, respondió Flores.
El testigo y su hermano gemelo, Margarito, están considerados los dos mayores traficantes de droga que Chicago jamás ha visto. Sin embargo, en 2008, cuando una guerra interna del cartel empezó entre “El Chapo” y los hermanos Beltrán Leyva, los gemelos decidieron entregarse y colaborar con el gobierno estadounidense. A Pedro se le pidió que siguiera traficando droga mientras informaba de las operaciones que hacía a la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Flores, quien lleva ya 10 años en la cárcel, aseguró el jueves que le quedan dos años más en prisión. Parte de la información que ofreció durante el juicio aparece en un libro publicado por su esposa y la esposa de Margarito, titulado “Cartel wifes” (“Esposas del cartel”).
Púrpura intentó mostrar al jurado que Flores es un soplón que se dedicó a hablar con las autoridades sobre decenas de amigos, excolaboradores y clientes, condenándolos así a décadas de prisión sólo para poder reducir su propia sentencia. El abogado también destacó la riqueza de Flores, quien admitió que compró al menos 40 vehículos en cuatro años además de nueve casas.
Flores huyó de Estados Unidos a México en 2004 cuando se enteró de que le buscaban las autoridades estadounidenses.
“Oye... este, ¿tú no tienes manera de traer ese dinero hasta aquí?”, pregunta “El Chapo” al exnarcotraficante estadounidense Pedro Flores, quien grabó la conversación de noviembre de 2008 con una grabadora barata que el propio Flores compró en una tienda de la cadena Radio Shack.
En las dos charlas, hechas el mismo día con tan solo media hora de diferencia, se escucha a Guzmán acceder a un descuento de 5,000 dólares por kilo. El tono de “El Chapo” es jovial y saluda a Flores al principio de la conversación diciendo “¡amigo!”. También dice que un trabajador suyo recogerá el dinero de la venta en Chicago.
“Entonces, ¿cómo le hacemos? Este, el muchacho de Chicago que te hable a ti pero tú te levantas en la tarde. Y los bancos abren en el día, fíjate”, le dice “El Chapo”, bromeando, a Flores.
“No, yo lo mando. Lo mando, me levanto temprano, no se apure. Yo me encargo de que los reciba temprano”, responde Flores.
Obviamente Guzmán no sabía en ese momento que Flores estaba grabando la llamada y que la grabación sería después entregada por Flores a la agencia antidroga estadounidense. En ese momento “El Chapo” estaba escondiéndose en las montañas, desde donde seguía manejando operaciones de tráfico de drogas y Flores se encontraba en Guadalajara, aunque dirigiendo las ventas de droga del cartel de Sinaloa en Chicago y otras ciudades estadounidenses.
“El Chapo”, uno de los narcotraficantes más conocidos que existen, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos. De ser declarado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua.
Esta es la sexta semana de juicio, en el que ya han testificado más de una docena de personas.
El abogado de Guzmán, William Púrpura, comparó el miércoles en la sala la voz de Guzmán en las conversaciones telefónicas con su voz en el conocido video que Guzmán hizo para la revista Rolling Stone y puso en duda de que se tratara de la misma persona.
“Tenemos que confiar en su palabra de que se trata de la voz de él (Guzmán) ¿no?”, preguntó Púrpura a Flores, en tono sarcástico.
“Sí”, respondió Flores.
El testigo y su hermano gemelo, Margarito, están considerados los dos mayores traficantes de droga que Chicago jamás ha visto. Sin embargo, en 2008, cuando una guerra interna del cartel empezó entre “El Chapo” y los hermanos Beltrán Leyva, los gemelos decidieron entregarse y colaborar con el gobierno estadounidense. A Pedro se le pidió que siguiera traficando droga mientras informaba de las operaciones que hacía a la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Flores, quien lleva ya 10 años en la cárcel, aseguró el jueves que le quedan dos años más en prisión. Parte de la información que ofreció durante el juicio aparece en un libro publicado por su esposa y la esposa de Margarito, titulado “Cartel wifes” (“Esposas del cartel”).
Púrpura intentó mostrar al jurado que Flores es un soplón que se dedicó a hablar con las autoridades sobre decenas de amigos, excolaboradores y clientes, condenándolos así a décadas de prisión sólo para poder reducir su propia sentencia. El abogado también destacó la riqueza de Flores, quien admitió que compró al menos 40 vehículos en cuatro años además de nueve casas.
Flores huyó de Estados Unidos a México en 2004 cuando se enteró de que le buscaban las autoridades estadounidenses.