'Es necesario darle prioridad a la vida, sobre los beneficios' insiste Winnie Byanyima en entrevista con la AFP.
La directora ejecutiva de la agencia de la ONU, que asumió su cargo hace menos de un año, recuerda con angustia el combate que libró hace 20 años en su Uganda natal para reunir fondos y que una de sus amigas, afectada por el sida, pudiera cuidarse.
'En esa época, (los antiretrovirales) costaban unos 800 dólares por mes. Su salario mensual era de menos de 100 dólares' relata Byanyima, al recordar que su amiga a veces conseguía reunir ese dinero para un mes de tratamiento, pero no para el siguiente.
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'Ella murió seis meses antes de que el precio del tratamiento anual pasara de 10,000 a 100 dólares'.
En este día en el que Onusida publica su informe anual, Byanyima subraya los 'enormes progresos' efectuados desde hace 40 años en la lucha contra el virus, cuyas víctimas mortales se han reducido, pasando de 1,7 millones en 2004 a 690,000 el año pasado.
Pero Byanyima lamenta que el desarrollo de las terapias y de la investigación aún en curso para lograr una vacuna hayan sido dejadas al sector privado, desde el principio.
'Vacuna del pueblo'
Hay que 'extraer las lecciones de la triste experiencia del sida, pues se han encontrado medicamentos pero han sido necesarios diez años antes de que los enfermos de África pudieran beneficiarse de ellos' explica la responsable de Onusida.'Fueron millones de vidas perdidas'.
Para evitar que ello se repita en la lucha contra el nuevo coronavirus, que ya ha causado más de 530,000 muertos en el mundo, Onusida aboga desde el principio por una 'vacuna del pueblo' y por un acceso justo y equitativo a los tratamientos que sean hallados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó en abril una iniciativa para acelerar la investigación y la producción de test, vacunas y tratamientos contra la covid-19, y garantizar un acceso equitativo a ellos.
Para la jefa de Onusida, cada país debe poder tener acceso a los tratamientos a precios razonables y distribuirlos gratuitamente a las personas más vulnerables.
'Yo primero'
'No es posible que los ricos lleguen, reserven tratamientos y sean vacunados, mientras que otros mueren mientras esperan' asegura Byanyima.La responsable se alarma en especial por la política de ciertos países europeos y de Estados Unidos respecto al remdesivir, primer medicamento que ha mostrado una relativa eficacia en el tratamiento de la Covid-19.
El gobierno estadounidense anunció la semana pasada haber comprado 92% de toda la producción de remdesivir por el laboratorio Gilead, mientras que Reino Unido y Alemania anunciaron que tenían reservas suficientes.
'No es justo. El virus afecta a todo el mundo, Debemos tener respuestas globales, no una política de +yo primero+', dice
La investigación sobre vacunas contra la Covid-19, en la que los gobiernos invierten miles de millones de dólares, ilustra el 'fracaso' del antiguo modelo que dejaba vía libre a los laboratorios privados, se felicita Byanyima.
'Si pudiéramos unir al mundo tras un nuevo modelo de desarrollo y de distribución de las tecnologías de la salud, ello tendría un impacto positivo en la lucha contra el sida y otras enfermedades' especialmente a las que afectan a países pobres y abandonados por las compañías farmacéuticas, asegura.
Entretanto, la pandemia de coronavirus, que centra toda la atención, amenaza con tener repercusiones en la lucha contra el sida.
'Ya estamos fuera de los objetivos' advierte Byanyima, y destaca que la meta de reducir el número de muertos de sida a menos de 500,000 este año, no será alcanzado, y que 12,5 millones de los 38 millones de infectados siguen sin recibir tratamiento.