El secretario de Estado, Rex Tillerson, buscará reforzar la presencia estadounidense en el continente cuando inicie esta semana su primera gira por América Latina desde que asumió el cargo hace un año.
Tillerson aprovechará para insistir a sus anfitriones a prestar una mayor atención a la crisis que sacude a Venezuela, convencido de que las sanciones financieras y las impuestas por Washington a más de 50 funcionarios venezolanos acusados de corrupción y violar derechos están dando resultados.
Funcionarios del Departamento de Estado dijeron el lunes que la visita de Tillerson a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica del 1 al 7 de febrero será muy oportuna porque la región será escenario este año de tres eventos multilaterales en los que Estados Unidos espera tener un rol principal: la Cumbre de las Américas en abril en Perú; la cumbre del G-7 en junio en Canadá y la cumbre del G20 en noviembre en Argentina.
Los funcionarios, que pidieron anonimato por no estar autorizados a conversar con periodistas, señalaron que Washington no objetaría una posible visita del presidente venezolano Nicolás Maduro a la Cumbre de las Américas, cuyo tema central será la gobernabilidad democrática frente a la corrupción.
Los funcionarios señalaron que de asistir, Maduro tendría que responder al resto de las naciones democráticas del hemisferio por qué ha procurado elecciones que Washington y la oposición venezolana han denunciado como fraudulentas.
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Tras presentar sus prioridades regionales durante un discurso que pronunciará en University of Texas at Austin el jueves, Tillerson viajará a México.
Su visita coincide con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que llevan a cabo México, Estados Unidos y Canadá ante la insistencia del presidente Donald Trump de que el acuerdo perjudica a los trabajadores estadounidenses.
México fue el destino de la primera visita al extranjero de Tillerson, poco después de que el presidente Enrique Peña Nieto cancelara un viaje a la Casa Blanca en enero de 2017 tras duras críticas de Trump vía Twitter, en lo que fue uno de los momentos más turbulentos vividos por las naciones vecinas.
Un año más tarde, aún no se ha agendado una nueva visita de Peña Nieto a la capital estadounidense.
Además del incidente con México, Trump ha adoptado medidas migratorias y comerciales con incidencia directa en la región, tales como una persecución estricta a inmigrantes no autorizados y el retiro del Acuerdo Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), que Estados Unidos había negociado con otros diez países de la cuenca del Pacífico, incluyendo a México, Perú y Chile.