KARAKOSH, IRAK.- Hace unos días atrás transcurrió un incidente en la celebración de una boda donde al menos 100 personas murieron y otras 150 resultaron heridas por un incendio en un salón de fiestas de una pequeña ciudad del norte de Irak.
En el hospital principal de Karakosh, la pequeña ciudad cristiana donde se produjo la catástrofe, un fotógrafo de AFP vio llegar numerosas ambulancias con las sirenas encendidas en mitad de la noche.
Decenas de personas se congregaban en el patio del centro, entre familiares de las víctimas y voluntarios que querían donar sangre, según la misma fuente.
La multitud también se acumulaba frente a las puertas abiertas de un camión frigorífico que transportaba varias bolsas mortuorias, señaló este fotógrafo.
Karakosh, también conocida como Bajdida y Al Hamdaniya, se encuentra en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, a 51 km al sureste de la metrópolis Mosul.
Las autoridades sanitarias de Nínive “listaron 100 muertos y más de 150 heridos en el incendio en un salón de bodas en Al Hamdaniya”, apuntó la agencia de prensa oficial iraquí INA en un “balance preliminar”.
El portavoz del Ministerio de Sanidad, Saif al Badr, confirmó estas cifras. “La mayoría de los heridos sufren quemaduras y asfixia”, explicó este vocero, señalando que también se produjeron avalanchas de personas por el fuego.
Pero el director de los servicios sanitarios de Nínive, Mansour Marouf, dijo el miércoles por la tarde que 94 personas murieron y que sus cuerpos fueron trasladados a distintos hospitales.
De estos, de momento solo 30 fueron identificados por familiares, agregó en rueda de prensa.
Por su parte, la Media Luna Roja iraquí indicó que había registrado más de 450 víctimas, pero no precisó cuántas de estas habían muerto.
El miércoles, centenares de personas se congregaron en la tarde en el cementario de Qaraqosh para enterrar allegados.
Unos veinte ataúdes, a veces cubiertos con un tejido de satin o arreglos florales, fueron trasladados en medio de la gente. Mujeres llorando vestidas de negro, solo podían avanzar ayudadas por otras personas.
“Nos ahogábamos”
Los servicios de defensa civil detectaron la presencia de paneles prefabricados “altamente inflamables y contrarios a las normas de seguridad” en la sala de fiestas donde se produjo la catástrofe.
“Las informaciones preliminares indican que se usaron fuegos de artificio durante una boda, lo que desencadenó un incendio en la sala”, explicaron en un comunicado.
Las llamas provocaron “la caída de ciertas partes del techo, debido al uso de materiales de construcción altamente inflamables y poco costosos”, afirmó la misma fuente.
El peligro se agravó “por las emisiones de gases tóxicas vinculadas a la combustión de estos paneles”, agregaron.
Los casados “bailaban, los fuegos de artificio empezaron a subir hacia el techo, toda la sala se incendió”, contó Rania Waad, de 17 años, con la voz entrecortada por los sollozos, mientras esperaba junto a su hermana en un hospital de Karakosh a que le curaran una quemadura en una mano.
Según ella, los invitados eran “muy numerosos”. “No veíamos nada, nos ahogábamos, no sabíamos cómo salir”, dijo.
Entre las ruinas del salón de fiestas, el fotógrafo de la AFP pudo ver socorristas y policías inspeccionando con linternas y la luz de los teléfonos móviles el lugar, donde se amontonaban sillas metálicas y escombros bajo chatarra que colgaba del techo.
Nueve detenidos
En un escueto comunicado, el primer ministro, Mohamed Shia al Sudani, llamó a los responsables de Sanidad e Interior a “movilizar todos los esfuerzos de rescate” para auxiliar a las víctimas.
El Ministerio de Sanidad anunció el “envío de camiones de ayuda médica” desde Bagdad y otras provincias del país y aseguró que sus equipos en Nínive estaban dedicados a “curar a los heridos”.
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior, el general Saad Maan, informó a AFP que “se detuvo a nueve empleados” y que se “emitieron cuatro órdenes de arresto contra los dueños” de la sala de festejos.
Las autoridades anunciaron también la detención en la región autónomo de Kurdistán (norte) de tres de los cuatro propietarios de la sala.
El respeto de las normas de seguridad en Irak es laxo, tanto en el sector de la construcción como en el de los transportes.
El país, con infraestructuras deterioradas después de décadas de conflicto, es regularmente escenario de incendios o accidentes mortales.
En julio de 2021, un incendio en una unidad anticovid en un hospital del sur de Irak costó la vida a más de 60 personas.
Meses antes, en abril de ese año, una explosión de botellas de oxígeno provocó también un incendio en otro hospital en Bagdad dedicado al tratamiento del covid donde murieron más de 80 personas.