Por Martina Stevis-Gridneff/The New York Times
BRAMPTON, Ontario — Un viaje nocturno en Uber del aeropuerto Pearson de Toronto a la Ciudad generalmente garantiza una buena tarifa para el conductor. Pero no para Sachindeep Singh el 19 de septiembre, cuando su app de Uber dejó de funcionar a los pocos kilómetros de haber iniciado el viaje.
Su permiso de trabajo había vencido y, al igual que Canadá, Uber lo estaba despidiendo.
Singh, de 23 años, llegó a Canadá como estudiante internacional en el 2019. Su estatus migratorio le permitió trabajar y le ofreció un camino a la residencia permanente.
Pero después de invitar a millones de recién llegados a Canadá en los últimos años para ayudar a impulsar la economía, el Gobierno ha cambiado de rumbo entre preocupaciones de que los inmigrantes están contribuyendo a los retos en torno a la vivienda y la atención médica. Una serie de medidas dadas a conocer este año, centradas en el vasto programa de residencia temporal de Canadá, han impuesto barreras que han dejado a cientos de miles de migrantes en un limbo legal.
Los estudiantes internacionales, que después de graduarse son elegibles para permisos de trabajo, representan una categoría importante de residentes temporales. Otro grupo está compuesto por trabajadores que acuden por invitación de los patrones.
El programa de residencia temporal se amplió después de la pandemia del coronavirus, mientras la economía de Canadá luchaba por cubrir la escasez de mano de obra.
Como resultado, casi 3 millones de personas que viven en Canadá tienen algún tipo de estatus migratorio temporal, y 2.2 millones llegaron apenas en los últimos dos años, revelan estadísticas del Gobierno. Los residentes temporales representan el 6.8 por ciento de la población total de 41.3 millones del País, contra el 3.5 por ciento en el 2022.
Pero la economía de Canadá ahora está creando menos empleos y el desempleo, superior al 6 por ciento, sigue siendo obstinadamente alto. Es mayor para los residentes temporales.
Muchas ciudades enfrentan una crisis de costeabilidad de la vivienda y varias provincias tienen sistemas de atención médica sobrecargados. Los detractores dicen que el gran número de residentes temporales empeora estos problemas y que el sentimiento público hacia los inmigrantes ha cambiado.
En respuesta, Marc Miller, Ministro de Inmigración del País, anunció recortes a las cuotas de inmigración, incluyendo reducir las visas de estudiantes y limitar el número de trabajadores extranjeros temporales que puede emplear una empresa. Es posible que los permisos de trabajo vencidos o por vencer para muchos inmigrantes, como Singh, no sean renovados.
Las encuestas muestran que la mayoría de los canadienses cree que el País ha acogido a demasiados recién llegados últimamente.
El Banco de Canadá ha dicho que en partes de Canadá populares entre residentes temporales hay menos viviendas de renta que en áreas con un pequeño número de este tipo de residentes. Pero el banco ha culpado a las onerosas regulaciones gubernamentales y a la falta de mano de obra de construcción por la baja disponibilidad de viviendas.
Singh y su familia en India gastaron 40 mil dólares canadienses, o 30 mil dólares, en títulos de administración de oficinas y hotelería en una universidad canadiense, creyendo que eso le aseguraría una base estable en el País. En lugar de ello, está luchando por encontrar otras opciones.
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