Por Megan Specia / The New York Times
INGLETON, Inglaterra — Subieron los estrechos escalones de piedra, terminando por encima de una vía de ferrocarril elevada.
Pero las 15 mujeres tenían la vista puesta arriba en el pico cubierto de niebla, una de las tres cumbres que abordarían ese día de verano como parte de un desafío de senderismo en Yorkshire Dales, un parque nacional en el norte de Inglaterra. Cerca del final de la fila, Rhiane Fatinikun gritó palabras de aliento. Ella era la razón por la que estas mujeres se habían reunido para emprender este recorrido.
En el 2019, Fatinikun fundó Black Girls Hike (Chicas Negras Hacen Senderismo). Su objetivo era ayudar a abrir la vida al aire libre a personas que a menudo parecían invisibles en el campo británico, y romper la percepción de que las actividades al aire libre en los espacios naturales del País son para la clase media y alta blanca.
“A veces es realmente bastante triste, porque te das cuenta de cómo las personas van por la vida y simplemente no son vistas, y no pueden ser ellas mismas”, dijo Fatinikun, de 37 años, sobre la experiencia de algunas mujeres negras que se sentían excluidas de la naturaleza. “Pero me alegro de que sientan que aquí pueden ser quienes quieran ser”.
Black Girls Hike se ha convertido en un grupo a nivel nacional que ha dado la bienvenida a cientos de mujeres negras ansiosas por explorar la naturaleza, con escapadas de fin de semana y caminatas más cortas.
Los estudios muestran que la mayoría de las personas en Gran Bretaña pertenecientes a grupos raciales y étnicos minoritarios vive desproporcionadamente en ciudades. Fatinikun es del área de Manchester, cerca de muchos parques nacionales. Pero aunque siempre fue activa, no se consideraba a sí misma como una persona “del aire libre”. Eso cambió en el 2019, cuando pasó en tren por el Parque Nacional Peak District en el centro de Inglaterra, y se le ocurrió empezar a practicar senderismo. Cuando comenzó a explorar el campo, le sorprendió que no veía a nadie que se pareciera a ella.
Comenzó a organizar caminatas para mujeres negras en las redes sociales, primero a nivel local y luego agregando más en todo el País. Ahora, ha dirigido docenas de recorridos de senderismo por Gran Bretaña y en todo el mundo, incluyendo Ghana, Marruecos y Noruega.
Muchas caras nuevas llegaron durante la pandemia, cuando se disparó el interés por el senderismo. Fatinikun dejó su empleo de oficina en el Gobierno local y se dedicó por completo a Black Girls Hike —y a explorar el aire libre.
A diferencia de algunos aventureros, dijo Fatinikun, su amor por el aire libre no está impulsado por el deseo de conquistarlo, sino por el deseo de apreciar su poder restaurador. Y con Black Girls Hike, esos beneficios naturales también se han combinado con conexiones humanas. Fatinikun dijo que las amistades intergeneracionales y el apoyo mutuo que ha encontrado con Black Girls Hike figuran entre las mayores recompensas para ella.
Se ha convertido en una importante influencer británica del aire libre. Este año, recibió un honor real: Miembro de la Orden del Imperio Británico o MBE —otorgado por logros o servicios sobresalientes a la comunidad. Este verano publicó un libro, “Finding Your Feet”, una guía para practicar senderismo y actividades de aventura.
A la víspera de la caminata por Yorkshire Dales, las 15 mujeres llegaron de toda Inglaterra a un dormitorio de literas en las afueras de Ingleton, a poca distancia de la base del primer pico. Tenían entre 20 y 60 años. Algunas se habían conocido antes en caminatas, mientras que otras, como Natalie Hurst-Knight, estaban haciendo su primer recorrido.
“Como alguien de la ciudad, saber que esto está abierto a personas con menos experiencia lo hace menos intimidante”, dijo Hurst-Knight, de 33 años y originaria del suroeste de Londres.