Por su nombre, sabemos que al hablar de esto, debemos hablar de política, por ende, los comentarios se fraccionan porque cada quien lo lee y entiende conforme a su afinidad político partidista.
Sin embargo, hay hechos concretos que debemos tomar en consideración en torno al tema de la amnistía en Honduras por lo recién sucedido con la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
La votación en el pleno quedó 10 a 5. 10 magistrados consideran que la amnistía política (Decreto Legislativo 04-2022) es constitucional, y los otros 5, consideran que no. No obstante, hay algunos hitos que debemos tomar en cuenta.
La figura de la amnistía política no debemos satanizarla, lo que si debemos satanizar es la forma en la que se ha usado y abusado de ella.
En Honduras han existido varias formas de burlar la justicia, y este Decreto 04-2022 no se ha quedado atrás, es que sabemos que hay delitos contra la administración pública (corrupción) que han sido objeto de está amnistía, y aquí es donde comienza la desnaturalización de esta figura y el debate se vuelve álgido.
Es lamentable que en nombre de los mártires y las verdaderas víctimas del golpe de Estado, algunos hayan hecho uso de este Decreto para amnistiarse delitos que no tienen nada que ver con delitos políticos y conexos, es un abuso de los alcances de esta figura.
Producto de lo controvertido que es esto, han habido recursos de inconstitucionalidad contra este Decreto Legislativo, que, finalmente terminó conociendo el pleno de la CSJ el cual se conformó de una manera muy inusual.
Si bien, hasta el momento no se conoce la integralidad de la sentencia del pleno de la Corte, lo único que ha salido a la luz pública es el resultado de la votación, es necesario esperar este documento para leer la fundamentación jurídica que llevó a los magistrados y magistradas a tomar esta decisión, y aquí la discusión técnico-jurídica será muy amplia, y quizá podamos conocer aspectos de forma y fondo que actualmente desconocemos.
Hay una cultura muy evidente en Honduras y es que, nuestros políticos siempre juegan con los extremos y las colas poco entendibles de las leyes para hacer interpretaciones políticas y antojadizas, aunque con ello se lleven de encuentro la imagen de un país entero, Honduras, lo que menos refleja internacionalmente es seguridad jurídica y eso es algo que debemos de buscar todos en conjunto cambiar y mejorar.
Mientras discutimos qué si y qué no es un delito político, o cómo la Sala Constitucional determinó criterios específicos para considerar cuando la imputación de un delito tuvo motivación política o no, las personas siguen dejando el país, la inseguridad persiste y la gente sigue buscando que comer, mientras los amnistiados celebran con sus allegados por la genial manera en la que disfrazaron un acto de corrupción como delito político.
