El Poder Ejecutivo se prepara para presentar de nuevo, ante el Congreso Nacional, la propuesta de reforma a la Ley del Transporte que el propio presidente Lobo frenó debido a que incluía una inconsulta indemnización para los transportistas que quedarán fuera de circulación al entrar en funcionamiento el Trans 450 y que representaba para el Estado una erogación de unos cinco mil millones de lempiras.
El secretario general del Ministerio de la Presidencia, Roberto Zacapa, ha anunciado que en la presente semana se entregará el informe sobre los cambios a la propuesta de reforma al presidente Porfirio Sosa, quien ordenó que los mismos fueran consultados con todos los sectores vinculados al transporte.
“Ya habiendo analizado a profundidad la propuesta entendemos que incluso ese artículo puede ser sacado de este proyecto de decreto… incluso el sector transporte, después de una reunión, dijo que si ese era el problema que sacáramos esos artículos relacionados al supuesto ‘chatarrazo’ mencionado”, dijo Zacapa.
Hasta uno de los más férreos defensores del “Chatarrazo”, el presidente de la Comisión de Obras Públicas del Congreso Nacional, Renán Inestroza, dijo que le “parece que es correcta la determinación de sacar ese artículo porque generó mucha controversia, quizá no se entendió cuál era el verdadero alcance”.
Lo importante ahora es que el Poder Ejecutivo, al enviar la nueva propuesta de reforma a la Ley del Transporte no solo elimine esta descabellada indemnización, tanto porque ya demasiadas prebendas han tenido los empresarios del sector como porque no se encuentra una justificación valedera para sacrificar más al erario con otros cinco mil millones de lempiras.
No solo se trata de la exorbitada cantidad de dinero que pagaría el Estado por cada deteriorada unidad de transporte, de la que ya los empresarios han obtenido millonarias ganancias, sino de todos los recursos públicos que ya se les han otorgado en calidad de subsidios y de bonos, todo esto con un pésimo servicio proporcionado a los usuarios.
Además el recorrido del Trans 450 no es ni siquiera la mitad del recorrido de rutas como Kennedy-Cerro Grande o Kennedy-Loarque.
Aunque al parecer abundan tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo los defensores de dar más privilegios a los empresarios del transporte, esperemos que el presidente Lobo reafirme su decisión de no permitir el “chatarrazo”.