El dolor en el pecho es el síntoma más habitual antes de sufrir un infarto, pero no es el único, existen otros 'avisos' que pueden prevenir a las personas.
Estos cuatro síntomas podrían salvar la vida de un paciente:
Fatiga y dificultades respiratorias: Esto puede comenzar meses antes de que suframos un ataque al corazón.
Sudoración excesiva: Sudar mucho aunque no estemos haciendo ejercicio o sudores fríos, estos síntomas pueden aparecer días antes de un infarto.
Indigestión, náuseas y vómitos: Son síntomas más difíciles de asociar con un paro cardiaco, pero una indigestión repentina puede indicar que algo no va bien en nuestro corazón.
Dolor en el pecho: Este es el síntoma más frecuente y más fácilmente reconocible. El dolor torácico generalmente prolongado –dura hasta 15 minutos– es una presión intensa en el pecho, que se extiende hasta la espalda, los brazos y los hombros, sobre todo en el lado izquierdo.
Es de conocer que un 25 por ciento de los infartos son silentes: es decir aparecen sin dolor de pecho y ningún otro síntoma, revela El Confidencial.
Los ataques del corazón se producen por la obstrucción de arterias coronarias, que crea un riego sanguíneo insuficiente.
No obstante los paros cardíacos pueden revertirse, si logramos detectarlos antes que sucedan.