La Paz, Honduras
Tienen la apariencia de finos caballeros, vestidos con prendas elegantes y de moda, con rostros de ancianos y que a simple vista parecieran auténticos seres humanos, pero la verdad son monigotes de año viejo hechos de barro, madera y esponja.
Estas figuras que irán a la hoguera la noche del 31 de diciembre llevan saco, camisa, pantalón, fajas, calcetines, zapatos, sombrero, bufanda y hasta anteojos.
Todos sus atuendos son comprados en negocios locales con meses de anticipación.
Los populares maniquíes son elaborados en la ciudad de Comayagua por Marco Tulio Donaire con la ayuda de su esposa Consuelo Martínez.
Donaire tiene 50 años de sorprender a propios y extraños con su trabajo.
Elaboración
El primer paso es hacer la cabeza, moldeada con barro, y con papel logra hacer las arrugas del rostro.
Luego sigue la estructura del cuerpo, el cual es construido a base de madera.
“En hacer la cabeza me tardo una semana ya que debe secar el barro en el sol, luego hago la estructura de madera para que queden parados o sentados, según como los quiera hacer”, declaró Donaire.
El precio de los monigotes ronda los 900 a 1,200 lempiras, según el diseño.
Este año don Marco Tulio elaboró unos 25 muñecos, los que fueron vendidos en su mayoría en Tegucigalpa, San Pedro Sula y municipios del departamento de Comayagua y La Paz.
A diferencia de otros años viejos, Donaire decidió no escribir mensajes alusivos a personajes del ámbito nacional y a acontecimientos políticos que se dieron este año, ya que quiso evitar malos entendidos que fueran a terminar en discordias.
“No quise ponerles mensajes para que no haya malos entendidos entre los hondureños”, manifestó.
Sin embargo, en barrios y colonias de la ciudad ya se observan muñecos con la cara de líderes políticos que para muchas personas se ganaron el repudio por sus actuaciones y están listos para ser quemados a las 12:00 de la noche de este 31 de diciembre.
