Honduras

El Centro Regional Penitenciario de San Pedro Sula tendrá zona industrial

Podrá generar mano de obra a bajo costo para el sector maquila y para la producción de tilapia y agricultura

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04.04.2018

Tegucigalpa, Honduras
El Centro Penitenciario Regional de San Pedro Sula (CPR-SPS), además de contar con tres cárceles independientes, también poseerá la primera industria penitenciaria en Honduras.

A un costo total de 60 millones de dólares (1,400 millones de lempiras), el proyecto que se construye en la aldea La Acequia, Naco, Santa Bárbara, descansará bajo tres pilares: rehabilitación, formación y reinserción.

Es así que el CPR-SPS no solo será el complejo de máxima seguridad más grande de la región centroamericana, si no también el primero en Honduras en permitir que la empresa privada y el gobierno inviertan recursos para formar empresas, con la mano de obra de los privados de libertad.

EL HERALDO visitó el CPR-SPS para verificar su avance de construcción y de paso conoció cómo se manejará la metodología con los presos adentro de la zona industrial.

Etapas
El CPR-SPS en total tiene una área de construcción de 110 manzanas de tierra, divididas en tres etapas o cárceles independientes.

Todo el complejo es de máxima seguridad y recluirá a 3,298 privados de libertad de máxima, mediana y mínima peligrosidad.

Hasta ahora, la etapa uno es la única que está en construcción y muestra un avance de 17%, con fecha límite de culminación para dentro de 14 meses.

Esta etapa es donde serán ubicados 1,122 privados de libertad de máxima y mediana peligrosidad, con medidas de seguridad extremas en los seis módulos en construcción.

En lo que respecta a la etapa dos, Luis Suazo, viceministro de Seguridad, explicó que también es una cárcel de máxima seguridad, pero con 1,344 privados de libertad en el rango de mediana y mínima peligrosidad.

El modelo de construcción, comentó, es muy similar a la de la cárcel La Tolva, en Morocelí, El Paraíso, y a diferencia de la etapa uno, que fue una continuación del proyecto que inició el padre Rómulo Emiliani en 2013, este empezará de cero.

Por tratarse de una etapa independiente, la cárcel dos contará con su propio acceso, aduanas de seguridad, estacionamientos, áreas deportivas, talleres, habitaciones para policías penitenciarios, edificio administrativo, zona de visitas, cocina y áreas para la agricultura.

La etapa tres, por su parte, será la más novedosa del CPR-SPS con apenas dos módulos de seguridad y una capacidad de 832 privados de libertad de mínima seguridad y la inclusión del primer parque industrial penitenciario.

Al igual que las cárceles anteriores, la etapa tres gozará de total independencia en todas sus áreas.

División
La construcción de las tres etapas del CPR-SPS es el inicio de una nueva metodología de rehabilitación, formación y reinserción de los privados de libertad a la sociedad.

Es así que la etapa dos y tres del proyecto están orientadas a este fin y por ende los reclusos gozarán de beneficios diferentes a los privados de libertad de máxima seguridad. Suazo explicó que el primer paso para comenzar con la rehabilitación de los privados de libertad era la separación por su grado de peligrosidad.

Es por eso que se definió que los reos más peligrosos quedarán incluidos en la etapa 1, apartados del resto de la población y con programas de rehabilitación restrictivos.

Por su parte, los privados de libertad que estén ubicados en las etapas dos y tres iniciarán un proceso de rehabilitación y formación permanente. Para ello se definió que estas etapas estuvieran dotadas de talleres de carpintería, soldadura, electricidad, computación, costura y zapatería entre otros, con instructores capacitados para impartir clases a este tipo de reclusos.

La visión de las autoridades es crear cárceles autosostenibles, por tal razón los privados de libertad de mínima peligrosidad también serán los que se encarguen de la limpieza de todo el CPR-SPS y el área de cocina, siempre bajo la supervisión de los policías penitenciarios.

Cabe mencionar que los utensilios de cocina y aprendizaje, estarán diseñados bajo los estándares que manda la Asociación Americana de Prisiones (ACA).

Por tratarse de privados de libertad de mínima peligrosidad, en la etapa dos y tres, los reclusos podrán gozar de mayor tiempo al área libre, además de continuar con sus estudios de primaria y secundaria. Las visitas a estas etapas al igual que la etapa uno también serán muy controladas, pues no se puede permitir el descontrol adentro de
los centros.

Zona industrial
Bajo la mirada puesta en la reinserción de los privados de libertad y dándole seguimiento a las capacitaciones que se les brinden en la etapa 2 en materia de rehabilitación y formación, se diseñó la etapa tres del CPR-SPS.

El área es un espacio de 72 manzanas de tierra de las cuales el 80% aproximadamente serán destinadas para la construcción del primer parque industrial penitenciario en Honduras.

A diferencia de las dos etapas anteriores, la cárcel tres solo tendrá capacidad para 832 privados de libertad, todos serán de mínima seguridad y serán ubicados únicamente en dos módulos.

Estos reos, según explicaron las autoridades, gozarán de beneficios diferentes pues son las personas que estarán a un paso de salir de la prisión.

Es por eso que en el parque industrial penitenciario los privados de libertad podrán comenzar a trabajar en diferentes tipos de industrias.

Suazo explicó que desde el año pasado se realizaron ciertas reformas a la Ley del Sistema Penitenciario Nacional, pensando en la implementación de este modelo carcelario. Entre estas reformas estaba la inclusión de un representante del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) a la dirección del Instituto Nacional Penitenciario.

La idea es que las empresas privadas y el gobierno puedan instalar sus centros de producción adentro de la etapa tres del CPR-SPS.

En primera instancia se maneja como posibles inversores el sector maquila, tilapia, agricultor, quienes podrían estar interesados en obtener mano de obra más barata.

En lo que respecta a la reinserción del privado de libertad, le servirá para obtener un empleo y la posibilidad de que el salir del lugar sea contratado de manera inmediata por su patrón, quien ya conocerá su fortaleza laboral.

Suazo explicó que los privados de libertad que sean incluidos en el proyecto podrán ganar un sueldo mensual.

Esta ganancia será dividida en: un porcentaje para la(s) persona(as) que el privado de libertad dañó, un ahorro para cuando salga del centro, un porcentaje para el CPR-SPS y el resto será su salario final.

Esta etapa tres del CPR-SPS ya fue aprobada y será desarrollada con los fondos de la tasa de seguridad, que fue ampliada hace un par de semanas.