TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Marlon Escoto, a pesar de que fue destituido de la Universidad Nacional de Agricultura (UNA), de Catacamas, Olancho, está al tanto de todo lo que pasa en esta casa de estudios y afirmó que al menos tres centros regionales ya deberían estar funcionando. Aquí sus declaraciones para la Unidad Investigativa de EL HERALDO.
¿Qué pasó con los centros regionales que usted comenzó?
Efraín Díaz Arrivillaga e Iris Erazo, que funge como comisionada interventora en representación del Consejo Nacional de Educación, aprovechando que fueron los asignados por el CES (Consejo de Educación Superior) para la auditoría académica, se agenciaron un contrato por 700 mil lempiras, sin seguir los procedimientos de concurso para consultoría y generar los diagnósticos y planes de apertura de los centros regionales de Comayagua y Mistruck, en Puerto Lempira.
Le puede interesar: Casi medio millón mensual cuesta la interventora de la UNA
¿Ya deberían estar funcionando?
Tres proyectos fueron construidos, Tomalá, Lempira; Marcala, La Paz, y Mistruck, Puerto Lempira. A estás alturas deberían estar funcionado al menos con una carrera técnica superior y no ha pasado nada.
¿Había presupuesto para que funcionaran?
La operación tenía proyectada tres fases, la primera abrirlos como Escuelas de Campo para productores, la segunda ofrecer las clases generales de las carreras y la tercera ofrecer una carrera universitaria.
¿En Comayagua qué ocurrió?
En la distribución de las Escuelas Normales, las universidades públicas obtuvieron algunas de ellas. La de Comayagua, el Consejo Nacional de Educación pasó a la UNA la Escuela Normal de Comayagua sin ninguna condición para operar. En 2017 enviaron un técnico para darle vida, pero a la fecha no ha pasado nada, se ofreció un fondo para todas las normales para repararlas. Ese fondo nunca llegó.
¿Y el de Trojes?
En Trojes se adquirió un terreno de alrededor de 500 manzanas para crear la Escuela de Ganadería. Aquí tampoco hicieron nada. Enviaron una comisión para conocerlo, pero sin ninguna oferta ni inversión.
¿Usted cree que las regionales son viables todavía?
Son viables y muy necesarias para la gente de esas zonas rurales que necesitan de capacitación y educación especializada.
¿Que pasó con las Escuelas de Campo y las investigaciones de la ATIC, de su administración?
Todas las Escuelas de Campo las cerró la Interventora. No tenemos información por parte de la ATIC.
¿La Interventora dice que es un riesgo el convenio con la OABI?
Creo que la UNAH tuvo temor del crecimiento de la UNA y su presencia nacional. Por eso llevaron al CES el caso, para desde ahí prohibir que las instituciones públicas tuvieran convenios con la OABI. Algo que no compete a la UNAH. La UNA no depende administrativamente de la UNAH, sino del Congreso Nacional. En general, los interventores son un riesgo para la UNA. No conocen su funcionamiento.
Lea también: La UNA se queda sin equipo al romper acuerdo con la OABI