En la sexta estación del vía crucis, el párroco de la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa dijo que 'Jesús ha querido que le encontremos en el dolor de los migrantes y la angustia de los mismos refugiados'.
En una pequeña intervención, el sacerdote recordó que Jesús fue refugiado en Egipto de pequeño y también sintió los pasos de quienes ayer y hoy persiguen a los que han perdido todo y sienten como se cierran las fronteras.
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'Sienten como las líneas limitan los países que se están coronando de espinas punzantes que amenazan, desprecian y rechazan a tantos hermanos', dijo el párroco.
Además, puso en las plegarias a aquellas personas que viven en situación de pobreza y que no tienen 'ni el salario mínimo' para poder vivir con su familia, lo que los orilla a emprender esa riesgosa travesía.
El religioso no solo centró su discurso en los migrantes hondureños que viajan de forma irregular hacia Estados Unidos, sino que también habló de los refugiados del mundo.
Honduras vive una de las peores crisis de la historia, tras la salida masiva de caravanas migrantes hacia el país norteamericano.
Solo en los últimos cinco meses más de un decena de caravanas han salido desde Centroamérica en busca del 'sueño americano'.
Datos del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos señalan que cada año más de 1,000 hondureños son desplazados por la violencia en el territorio nacional.
