TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Las deudas de miles de trabajadores hacen que sus ingresos apenas les ajusten para sobrevivir.
Datos de la Secretaría de Trabajo indican que el 71% de los empleados públicos tienen endeudado su salario entre un 21% y un 80%.
A nivel privado la cifra es mayor, ya que el 79% de los empleados deben entre el 21% y el 80% de su salario mensual.
Ante esta realidad, las familias no pueden cubrir las demandas del hogar y muchos caen en mora, por lo que aparecen “fichados” en la central de riesgos.
Como una salida a este problema, el gobierno trabaja en el “programa para el alivio al endeudamiento de los trabajadores mediante el acceso al crédito y consolidación de deudas del trabajador hondureño”.
EL HERALDO tuvo acceso al proyecto de decreto, en el cual está trabajando el Poder Ejecutivo con los expertos del Banco Central de Honduras (BCH), de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), la Secretaría de Trabajo y otras instituciones.
El decreto consta de 20 artículos y su objetivo es que los trabajadores puedan optar a un programa de acceso al crédito y consolidar las deudas que tengan con entidades financieras reguladas o no reguladas y casas comerciales.
De este proyecto ya conocía la dirigencia de los trabajadores, ya que la propuesta la viene elaborando el Ejecutivo desde las negociaciones del salario mínimo aprobado en enero anterior.
Hasta el momento, tanto el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) como las centrales obreras están de acuerdo con la iniciativa, porque permitiría que las familias tengan más ingresos para alimentación, vestuario, educación, transporte y pagos de servicios públicos, que cada día son más onerosos.
El artículo dos del decreto explica que la consolidación de deuda consiste en obtener un préstamo con mejores opciones de crédito, a fin de liquidar deudas adquiridas con cualquier entidad bancaria.
La ley será aplicable en todo el territorio nacional, abarcando a todos los trabajadores que devenguen un salario, independientemente de su modalidad de contratación o historial crediticio. Lo importante es que se les pague a través del sistema financiero nacional, es decir, por medio de una cuenta de banco.
Una de las ventajas del decreto, que da seguridad al sistema financiero que preste este servicio, es que autoriza a las empresas para que las deducciones de las cuotas se hagan por planilla.
Esto significa que el trabajador no va a recibir el dinero completo de su pago, sino que la empresa para la cual labora hará la deducción mensual de la cuota y la depositará directamente al banco, para así ir saldando la deuda del trabajador.
De interés: Cerca de 900,000 trabajadores se beneficiarán de ley para aliviar deudas
¿Y los intereses?
La gran pregunta de los trabajadores es si bajará la tasa de interés, ya que ese es uno de los principales problemas que los agobia con sus deudas.
Pero el decreto no habla de reducir las tasas de interés o ampliar los plazos de pago, siempre queda a discreción de la entidad financiera. Así lo establece el artículo ocho del decreto en poder de EL HERALDO.
“Para los fines previstos en la presente ley, las instituciones financieras deberán definir la tasa de interés anual a aplicar en base a sus políticas, productos de crédito y las condiciones de mercado”, establece. Mientras que las garantías de cumplimiento al pago de la deuda serán el salario ordinario, horas extras, comisiones y bonificaciones devengadas mensualmente por el cliente, así como sus derechos laborales y bonificaciones por vacaciones y una prima por antigüedad.
Competencia
Una de las posibilidades de que el sistema financiero nacional otorgue mejores tasas de interés es que se cree competencia.
El artículo 10 del decreto establece que los trabajadores podrán acceder al banco que mayor beneficio les otorgue, sin que una deuda vigente contraída con otra institución financiera condicione este beneficio.
Es decir que si el deudor le debe a un banco que le presta al 19% de interés y el otro banco le presta al 15%, la persona puede cambiar de banco perfectamente y cancelar la deuda.
En la actualidad, la banca privada maneja diferentes tasas de interés. Para el caso, para consumo es de 18.57% y para vivienda de 12.25%.
Donde hay altos intereses son en las tarjetas de crédito, que en moneda nacional rondan entre el 27.72% y el 49.87%, mientras que para moneda extranjera es de 23.44% y 43.18%.
Los trabajadores, una vez consolidadas sus deudas, podrán aplicar a otros préstamos derivados de esta ley, siempre y cuando acrediten su capacidad de pago.
Para evitar sobreendeudamiento, en ningún caso la disponibilidad neta del trabajador podrá ser inferior del 20% del salario mensual.
La ley establece que si una persona quiere comprar su vivienda por primera vez, podrá optar a préstamos hipotecarios con préstamos para consolidación de deuda, haciendo un solo y ambos tendrán la tasa preferencial para vivienda.
Al esquema de consolidación de deudas entran todas aquellas personas que tengan acceso a un salario mensual.
Por ejemplo, los hondureños que están en la central de riesgo y que no tienen acceso a crédito, mediante este esquema tendrán las opciones para cumplir con sus compromisos.
Así lo explicó el viceministro de la Secretaría de Trabajo, Olvin Villalobos, quien aseguró que la idea principal es que la tasa de interés sea baja y que se logren ampliar los plazos de pago.
En cuanto a las tarjetas de crédito, explicó se puede acceder que las deudas se cobren por medio de planillas, con base en la Ley de Tarjetas de Crédito.
Un ejemplo de reconsolidación de deudas es el Régimen de Aportaciones Privadas (RAP), que mantiene una tasa de entre el 10% y 14% de interés, pero esto no aplica para la banca privada en la actualidad.
Las instituciones a las que podrán acceder las personas en busca de préstamos para consolidar deudas son, en primer lugar, la banca privada, luego las cooperativas, la banca pública y los institutos de previsión de cada entidad.
Se espera que el decreto sea enviado la próxima semana al Congreso Nacional y entrará en vigencia, 90 días después de su publicación en el diario oficial La Gaceta.