La condenada es Sandra Guadalupe Escalante quien enfrentó un juicio por el delito de estafa continuada.
Escalante operaba una escuela de enfermería sin autorización legal y para engañar a sus estudiantes les entregaba falsos diplomas.
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Un total de nueve estudiantes fueron estafados por la mujer, quienes habrían pagado como gastos de graduación hasta 26 mil lempiras y 300 lempiras cada mes por un periodo de seis meses que era la duración del curso.
La escuela fundada por Sandra Guadalupe Escalante de nombre “Escuela de Enfermería Fe y Esperanza” empezó a recibir alumnas que ilusionadas empezaron a recibir los cursos respectivos.
Las aspirantes una vez graduadas, empezaron a buscar trabajo, pero se llevaron la sorpresa que no podían ser contratadas porque la institución de donde se habían graduado operaba de manera ilícita, al no contar con la autorización de la Secretaría de Educación y del Colegio Profesional de Enfermería de Honduras.