Y esta vez, con el partido Libertad y Refundación (Libre) incorporado en los organismos electorales y un cambio de actitud del Partido Liberal la situación se puede volver complicada en detrimento del pueblo hondureño que ya vivió una confrontación tras los comicios generales de 2017, según los observadores.
En la convención extraordinaria del partido de gobierno celebrada en Danlí, El Paraíso, el 29 y 30 de noviembre se reformaron sus estatutos en el sentido de que “la reelección presidencial de los ciudadanos que aspiren a la Presidencia de la República podrá ser continua o alterna practicada por una sola vez dentro de esta institución”.
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Cuando esta resolución llegó al CNE este organismo, por mayoría de votos, decidió “la falta de procedencia constitucional y legal” bajo el supuesto de que la reelección está prohibida en Honduras. En el fondo, lo que hay en todo esto, según los observadores, es una reanudación prematura de la crisis política entre la presidenta del CNE, Rixi Moncada, que pertenece al partido Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Nacional, en el poder.
“Lo que hay es un nuevo escenario de un enfrentamiento prematuro entre dos de los principales partidos hondureños lo que presagia una politización de los entes electorales, una crispación innecesaria que puede desembocar en una crisis mucho más peligrosa que la que tuvimos en 2017”, advirtió a EL HERALDO el analista político Filadelfo Martínez.
En un comunicado, el Partido Nacional acusó a Moncada de iniciar “una campaña de desestabilización”, pero la consejera se defendió diciendo que la resolución del CNE fue colegiada, por mayoría de votos.
El también observador político Luis Alonso Maldonado dijo que “es una buena oportunidad para que Honduras despeje este tema de la reelección” y aplaudió la medida del CNE.