Entre caravanas, globos y consignas entierran al periodista David Romero Ellner

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Acompañado por una caravana de vehículos, con las banderas de Honduras y del Partido Libertad y Refundación (Libre) flameando con el viento y con consignas en honor a su valentía, fueron llevados hasta su última morada los restos del periodista David Romero Ellner, quien este sábado, perdió la batalla contra el covid-19.

Dos paros cardíacos fueron fulminantes pese a que luchó por casi dos semanas por su vida interno en un centro asistencial.

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Cabe recordar que Romero Ellner guardaba prisión desde hace poco más de un año, debido a que fue condenado por delitos de injuria y calumnias en contra de una funcionaria hondureña.

Fue su gravedad a causa del coronavirus la que le permitió salir de su celda el pasado 6 de julio para ser llevado al hospital, sin embargo, el virus atacó con tal fuerza su salud, que le provocó dos paros cardiorespiratorios de los cuales no se pudo recuperar.

Doloroso adiós

Antes de ser llevado al cementerio, los familiares y compañeros de cabina del periodista que durante años se desempeñó en la dirección de Radio Globo, decidieron llevar su féretro frente a la casa de radio, tras permanecer ahí por algunas horas, emprendieron el doloroso camino hacia el camposanto.

Una caravana de vehículos los acompañó, pese a las restricciones de movilidad decretadas por las autoridades durante los fines de semana, como respuesta a la pandemia.

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Entre canciones de protesta y consignas como 'David, amigo, el pueblo está contigo' se consolaban unos a otros y avanzaban por las calles de Tegucigalpa.

Eran aproximadamente las 3:40 de la tarde cuando su esposa e hijos hicieron su ingreso al cementerio Las Casitas de la capital hondureña. Pese a ser un reconocido líder en el partido Libre y a tener el aprecio de muchas personas, Romero tuvo que ser despedido únicamente por sus parientes más cercanos, debido a las medidas restrictivas por el covid-19.

A lo lejos se divisaba cómo entre el llanto y el dolor, sus familiares se despedían de su cuerpo, el cual yacía dentro del ataúd totalmente sellado, mientras sostenían globos blancos y flores que finalmente dejaron sobre su lápida.

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