TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Los trajes de corbata, vestidos formales y zapatos elegantes se han quedado guardados en los armarios, ahora el “outfit” del día es un par de cómodas sandalias, pijamas o camisetas y calzonetas para trabajar desde un rincón de la casa.
Hace unos cinco meses, la rutina de miles de empleados se resumía en ir de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, pero ahora el trabajo llegó como un integrante más de la familia con el que hay que saber convivir.
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Libros, carpetas, lápices, calculadoras e informes se encuentran sobre el comedor o la cama, pues para miles de personas la nueva oficina es el hogar.
El teletrabajo es una especie de experimento obligado que provocó la pandemia del covid-19. Se encuentra definido por la Real Academia Española como el trabajo que se realiza desde un lugar fuera de la empresa utilizando las redes de telecomunicación para cumplir con las cargas laborales asignadas.
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¿Se quedará el teletrabajo?
Esta práctica ha llevado a que muchas oficinas permanezcan vacías, algunas trabajan a medio vapor y otras lucen como edificios abandonados.
En la actualidad, la modalidad de trabajo en casa, que de manera repentina tuvo que realizarse en el país, podría quedarse como una práctica común, sobre todo con un escenario cercano en el que el covid-19 todavía forma parte de nuestro diario vivir.
El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES), que pertenece a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), realizó un estudio llamado “Análisis de Resiliencia Empresarial Covid-19”, en este documento se expresa la hipótesis de que las empresas que mantienen actividades con empleados que realizan el trabajo desde casa tienen mejores condiciones para enfrentar la crisis económica que genera la pandemia de covid-19, que aquellas en las que sus colaboradores no realizan el teletrabajo.
Este análisis reveló que las empresas de finanzas y seguros, así como las de comunicaciones son más propensas a reportar empleados que trabajan desde casa, ya que en promedio tienen un 40% a 43% respectivamente trabajando bajo esta modalidad.
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Las empresas de bienes raíces, servicios administrativos, construcción y servicios profesionales reportaron un porcentaje entre el 11% y 20% de práctica del trabajo de manera remota.
Juan Carlos Sikaffy, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), considera que el teletrabajo se puede poner en práctica en todos los sectores del país pues, muchas actividades técnicas e intelectuales se pueden alternar con las labores por medio del teletrabajo.
“El teletrabajo es una medida que se puede aplicar en todo el territorio nacional, obviamente con mayor énfasis en ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, Choluteca”, explicó Sikaffy.
El representante del Cohep consideró que esta modalidad ha mostrado que es una forma efectiva y productiva de desarrollar las labores y con la que muchas empresas han tenido excelentes resultados.
Además, el empresario recordó que todos los colaboradores que desarrollan labores por medio del teletrabajo están sujetos a toda la normativa laboral, por lo que recomendó que deben regularse las jornadas, horarios y días de descanso.
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El economista del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), Alejandro Kafati, manifestó que el teletrabajo vino para quedarse en el país y en todo el mundo.
Sin embargo, en Honduras esta modalidad es característica de una élite de trabajadores que poseen un nivel de estudios superior. Kafati consideró que esta forma de trabajar permite a las empresas tener ahorros sustanciales en sus costos como el ahorro en el alquiler, mobiliario y equipo.
“Los trabajadores están obligados a mejorar su productividad, pues las empresas ya no lo evalúan por hora, sino por objetivo cumplido”, afirmó el economista. También recomendó que se supervise este tipo de trabajo, pues ya hay denuncias de empleados que se sienten sobrecargados y que laboran más horas de lo establecido. Asimismo, consideró que el reto a cumplir es dar el paso para mejorar la infraestructura de telecomunicaciones y conectividad en el país.
En ese sentido, las autoridades de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones han informado que están conscientes de la necesidad de ejecutar una transformación digital por lo que han acelerado el Plan Nacional de Banda Ancha, con el fin de llevar conectividad a centros de salud, instituciones educativas y zonas menos favorecidas del país.
Para Nasry Rosales, el teletrabajo le ha permitido permanecer en su hogar y evitar estar propenso a contagiarse del covid-19 y propagarlo entre su familia.
Esto le ha servido para mantenerse activo en su trabajo como asesor comercial.
“Uno está acostumbrado a estar en la oficina, pero esto es una alternativa para seguir trabajando, lo único que uno es el que paga la energía eléctrica y el servicio de internet”, afirmó Rosales. Con la reactivación de la economía en la fase 1, solo un 20% de empleados acuden a sus puestos de trabajo y el otro lo hace desde casa.
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