TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque la pandemia del covid-19 ha contribuido en mermar los homicidios en relación con 2019, en las calles la población percibe una peligrosa escalada a juzgar por los asesinatos múltiples que han estremecido al país en las últimas semanas.
Expertos en materia de seguridad consultados por EL HERALDO sostienen que estos hechos deben hacer reflexionar sobre el desempeño actual de las fuerzas de seguridad del Estado frente a la criminalidad común y organizada, que no descansa en tiempos de pandemia.
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Migdonia Ayestas, directora del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), dijo que la violencia y la criminalidad son “un fenómeno multicausal”.
Explicó que las cifras de los cuatro últimos meses del primer semestre del año demuestran la considerable reducción de homicidios, como consecuencia del confinamiento al que llamó el Estado para evitar más contagios de covid-19.
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Las cifras preliminares, recogidas por el Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol) de la Secretaría de Seguridad, registraron entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2020 un total de 1,544 homicidios.
En 2019, en similar período de tiempo, esta entidad estatal contabilizó 1,926 muertes violentas, 382 más que las acaecidas en este año.
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La reducción de casi 400 muertes violentas en comparación al año anterior, debido al momento de las incidencias, está estrechamente relacionada con el aislamiento social obligatorio debido al covid-19.
“En tema de los homicidios se evidencia que han disminuido, pero el 89 por ciento de la gente percibe que el país es inseguro y que el único espacio donde pueden tener mayor seguridad porque se conocen es en el barrio”, detalló Ayestas.
Eso porque ocurren actividades o situaciones como ser consumo de alcohol, venta de drogas, presencia de maras y pandillas, así como homicidios.
“Esto se vuelve un problema porque a pesar de la reducción de las muertes violentas la gente cree que nos volvemos inseguros”, recalcó.
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Según Ayestas, esa “falsa percepción” sobre el aumento de la violencia se refleja en los homicidios múltiples donde se registran tres o más personas fallecidas de manera violenta en el mismo hecho.
La directora del IUDPAS detalló que este año se han registrado 36 homicidios múltiples o masacres que han dejado un total de 132 víctimas de las cuales 30 son mujeres y 102 son hombres. “Los homicidios múltiples o masacres son un fenómeno eminentemente urbano, pues el 66 por ciento de estos homicidios múltiples ocurren en el área urbana”, especificó.
En tanto, de ese total que ocurre en el área urbana, el 40 por ciento son en el municipio del Distrito Central, es decir que 14 de las 36 masacres han ocurrido en este sector de Francisco Morazán.
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Ayestas dio a conocer que el mes de julio recién pasado se reportó la mayor cantidad de masacres con siete en total, que dejaron 29 personas fallecidas.
“Los homicidios se vuelven una problemática, pues a pesar de que estamos en confinamiento se siguen presentando estas manifestaciones de violencia, cruel e inhumana al igual que los homicidios en general. Esto evidencia el desempeño de la fuerza de seguridad pública que tiene a la ciudadanía confinada y estos delitos propios del crimen se están desarrollando y causando miedo y terror por parte de estos grupos criminales que se niegan a dejar de operar a pesar de la pandemia provocada por el coronavirus”, enfatizó Ayestas.
No dan respuesta
Por su parte, Mirna Flores Girón, experta en seguridad, considera que la pandemia a causa del covid-19 “ha hecho mucho énfasis en que la Policía ha podido contener los delitos, pero eso no es así, porque se puede ver en las masacres”.
“El gran problema aquí es que todas esas unidades que tiene la Policía parece que no dan respuesta a los problemas de criminalidad y ahora frente al coronavirus estamos ante el deterioro de la calidad de vida y las condiciones de miseria que se han profundizado y la necesidad de las personas de resolver los problemas, y eso puede incrementar la criminalidad”, aseguró Flores.
“El tema es que sin respuestas integrales por parte de las autoridades no se tienen soluciones de largo plazo, pues la criminalidad no es producto del coronavirus pero el coronavirus la acentúa, pues están aumentando las condiciones de exclusión, pobreza y desigualdad”, enumeró la especialista.
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En cuanto al narcotráfico, considera que “es un problema que está vigente, es un problema que lo tenemos, de hecho con todos los recursos que se han destinado para seguridad y genera violencia en el país”.
En cuanto a las estrategias para atacar la violencia, asegura que “lo que falta es un enfoque no solo de políticas de seguridad, sino que de políticas de bienestar y de políticas sociales, porque las políticas de seguridad no resuelven los problemas de desigualdad social, también incrementan la violencia y la inseguridad”.
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