TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Su nombre es Aníbal Moisés Aguilar, tiene 24 años de edad y es un ejemplo de que con esfuerzo y dedicación los sueños se cumplen.
Sus padres José Aníbal Aguilar, conductor, y Reina Victoria Díaz, vendedora de lácteos, son quienes le dieron la vida y se convirtieron en los cómplices de su hijo en el camino que le llevaría a encontrarse con la música.
Aníbal estudió en centros educativos públicos, la primaria la cursó en el Centro de Educación Básica Manuel Bonilla, ubicada a unos metros de su casa en el barrio El Chile.
Su primer encuentro con la música lo tuvo a través de un programa piloto para niños interesados en las artes. Allí tuvo su primer contacto con la flauta, el piano y el canto.
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La secundaria la realizó en el Conservatorio Nacional de Música en el que su fiel acompañante lo eligió para emprender un camino de éxito.
El instrumento musical en el que el joven talento encontró su fortaleza es el corno francés, un versátil instrumento de viento que se destaca en las bandas sonoras de películas como “Piratas del Caribe” y “Los Vengadores”.
“Yo iba para estudiar piano, pero el corno francés me escogió a mí, un maestro miró mis aptitudes y me fui enamorando del instrumento”, relató el joven músico.
Su fiel amigo de viento lo obtuvo hasta que comenzó a trabajar en el 2014 y desde entonces comparte cuatro horas al día de talento, melodías y arte con su fiel acompañante.
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Camino al éxito
Así como el sonido de este instrumento de viento destaca entre las orquestas, Aníbal Moisés también lo ha hecho en su trayectoria, a tal punto que ya mañana convertirá a la República de China (Taiwán) en su escuela para estudiar una licenciatura en música. La vida dio un giro a su destino, pues cuando egresó de la secundaria ingreso a la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y llegó a cursar al menos la mitad de sus estudios, pero al vislumbrar una oportunidad de reencontrarse con la música no dudó en tomar el camino de las artes.
Un día su padre llegó con la noticia de oportunidades de estudios para jóvenes de parte de la Embajada de la República China (Taiwán).
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Al enterarse de la buena noticia, la joven promesa sintió de nuevo que su corazón se aceleraba al tener la oportunidad de dedicarse a su pasión.
“Participé en el proceso y me confirmaron hace unos meses, es una oportunidad grande; la Embajada apoya a jóvenes con sueños, a jóvenes que regresaremos al país para ser profesionales al servicio de la patria”, expresó el becario.
En todo momento sus padres le dieron respaldo en sus decisiones, pues consideraron que su hijo tiene el talento y las ansias de vivir su pasión musical.
Aníbal estudiará por cinco años en el país asiático, la nostalgia ya le envuelve, pero tiene la esperanza de retornar para compartir con el país su conocimiento. Las maletas ya están listas, en ellas empacó sueños y entusiasmo, su amigo fiel, el corno francés le acompaña en esta aventura y lleva con él agradecimiento a la Embajada del fiel aliado de Honduras por la oportunidad de cumplir sus anhelos.
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