TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Luego de nueve meses de crisis sanitaria, ningún médico sabe en qué fase de la pandemia del covid-19 está el país ya que la Secretaría de Salud -con la excepción de tres días, no ha logrado alcanzar las 2,000 pruebas diarias de manera sostenible para detectar los casos del mortal virus.
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Desde el mes de marzo, cuando se detectó el primer contagio, el gobierno viene realizado enormes gastos en adquisición de equipos, laboratorios y kits para extracción y procesamiento de las pruebas, sin embargo, los resultados de la lucha contra el virus es deficiente.
¿Irresponsabilidad?
Mientras los países se preparan para la vacuna contra el coronavirus, Honduras no cuenta con la cadena de frío adecuada, pero la jefatura del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) de la Secretaría de Salud dice que no se necesita.
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A finales de agosto, el viceministro de Salud, Nery Cerrato, afirmó a EL HERALDO que con la llegada de los equipos para la instalación de tres laboratorios de virología, uno en Puerto Cortés, un segundo en La Ceiba y otro en Santa Rosa de Copán, ya no habría “excusas para la realización de las 3,000 pruebas diarias”.
Cuatro meses después, este medio volvió a llamar al viceministro para saber por qué no aumentó el número de test, qué pasó con los mencionados laboratorios y con los cuatro aparatos que le compraron a la empresa asiática Bioneer y las tres máquinas para procesar pruebas PCR que la República de Corea del Sur le donó a la Secretaría de Salud para eficientar su labor.
A pesar de tantas compras oscuras y de las donaciones de la cooperación internacional, la Secretaría de Salud sigue al día de hoy mostrando una enorme falencia en la aplicación de los test a tal extremo que no llega a las 2,000 diarias de manera sostenida.
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De acuerdo con el doctor Carlos Aguilar, exministro de Salud, “la falta de planificación del abordaje de la pandemia está pasando factura. Vemos las acciones de las autoridades ciertamente sin un norte muy claro, por ejemplo, la decisión de adquirir hospitales móviles sin haberse tomado en cuenta la opinión de la Secretaría de Salud y, por otro lado, el poco fortalecimiento al Laboratorio Nacional de Virología, y la sumatoria de estas decisiones hacen que Honduras sea uno de los países del continente que hace menos pruebas diagnósticas”.
En cuanto a la percepción de que hay menos infectados que antes, Aguilar es del criterio que hay una combinación de factores; probablemente el número de contagios haya ido aumentando, es algo que debe de ocurrir de manera lógica considerando que el virus circula libremente desde hace varios meses; por otro lado, el número de pacientes que necesitan hospitalizarse se ha mantenido relativamente estable, bajo control, y en algunas semanas epidemiológicas incluso hacia el descenso”.
Sobre esto hay varias hipótesis al respecto “incluso hay quienes sugieren que el porcentaje de inmunidad colectiva probablemente sea mayor al 10% o 15%, lo cual podría venir a explicar que tengamos un menor número de casos de personas infectadas, esto desafortunadamente no lo podemos saber porque justamente no hacemos pruebas diagnósticas, estudios de seroprevalencia y nos quedamos con la duda en qué momento estamos en la pandemia en relación al número de contagios”.
Aguilar consideró que desde el comienzo de la pandemia el Laboratorio Nacional de Virología se convirtió en un lugar neurálgico y sin una estrategia real y efectiva, posiblemente por la carencia de recursos económicos y el apoyo técnico adecuado.
Considera que desde el inicio de la crisis, este laboratorio debió ser fortalecido, dotándolo de un mayor presupuesto y de autonomía en la adquisición de insumos y contratación de personal, pero desafortunadamente esto no sucedió así.
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Aguilar calificó de “lamentable y vergonzoso” que la Secretaría de Salud no haya llegado a las 3,000 pruebas diarias luego de haber adquirido laboratorios, equipos y haber recibido donaciones de la comunidad internacional. Sobre este tema, la Secretaría de Salud debe dar una explicación, sostuvo el médico.
La deficiente aplicación de pruebas para detectar los casos de coronavirus, nunca permitió a los profesionales de la medicina saber si existió o no un aplanamiento de la curva de la pandemia; incluso, actualmente el combate del enemigo invisible muestra una tendencia muy desorientada a tal extremo que el gobierno -tras el paso de los fenómenos lluviosos Eta y Iota- ya no controla la circulación de la ciudadanía.
EL HERALDO llamó a la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, y al viceministro Nery Cerrato para conocer su versión sobre este tema, pero ninguno contestó.
El gobierno ha gastado millones de dólares en la pandemia y no hay resultados.
Únicamente el 13 de noviembre se registró la aplicación de 2,187 test, luego estas vinieron en descenso, pues no llegaban ni a 300, uno de los números más bajos desde abril.
La situación es tal que en diez días de noviembre ni siquiera realizaron 1,000 pruebas diarias, mientras que en el resto del mes no alcanzaron ni las 2,000. En el caso más evidente ocurrió el 9 de noviembre cuando solo aplicaron 248, de las cuales 65 dieron positivas.